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Desde Popayán, Cauca, donde el funcionario intenta llegar a acuerdos con el Consejo Regional Indígena del Cauca (Cric) para frenar las invasiones de tierras, Prada aseguró que sus palabras no tienen la intención de presionar a ningún sector.
“Hay que entender el lenguaje. La movilización popular no es irnos a la calle, no es presionar a nadie. La movilización popular se da aquí en el territorio, en las asambleas populares”, precisó Prada, quien –de inmediato– enfatizó que “la movilización es la expresión democrática que legitima un gobierno. Si en algo ha fallado la institucionalidad colombiana es en perder el respeto y la consideración de la comunidad por no comunicar, por no asistir a los escenarios o por defender intereses diferentes al interés general”.
El Gobierno está en medio de un fuerte pulso político para lograr el respaldo en el Congreso a su reforma tributaria, con la cual espera recaudar más de 25 billones de pesos, pero la oposición de partidos como el Centro Democrático y Cambio Radical lo tiene haciendo matemáticas para garantizar los votos.
Por eso, en su nueva intervención Prada matizó diciendo que “lo que queremos nosotros, con el presidente Petro, es asistir a estos escenarios, darles la mayor trascendencia y la importancia que tiene, y con ustedes deliberar sobre lo que son las prioridades, por ejemplo, de la inversión pública. Eso es la movilización popular”.
Las palabras de Prada que habían desatado la tormenta se dieron 24 horas antes también en Cauca, específicamente en el municipio Padilla, donde dijo que la forma en que se puede generar equidad es pidiéndoles más a los que más tienen y que, incluso, la Constitución da la facultad de “quitar”.
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