Los berracos ambientales: La indignación en el trópico

Algunos siempre hemos sido “indignados ambientales”, pero ahora pretendemos agrupar y combatir todas las mentiras que nos han penetrado en la cultura, la academia y durante toda la vida.

Si los  pelaos del norte del planeta lo están intentando… y sus esfuerzos se multiplican peligrosamente… ello sugiere que todos deberíamos repensarnos y atrevernos.

Empujar su expansión más allá de la geografía, que se meta en otros pliegues del pensamiento y del comportamiento, en el quehacer humano, en la cotidianidad, en las intimidades, en el pasado, en el futuro, y muy especialmente diseñar nuevas religiones…

Si la indignación se está consolidando a partir de los problemas más sentidos, más locales, debemos intentarla comenzando con el predominio científico de las verdades con respecto al universo, al cosmos, al planeta, al origen de la vida, a la apropiación de los recursos… a las profecías del Armagedón.

Y nos atrevimos al estreno (el pasado 2 de octubre), en Cajamarca,  Tolima, de un diplomado en Gestión Ambiental y Desarrollo Sostenible, diseñado desde la Facultad de Ciencias en donde penetramos la otra ecología, la verdadera, la berraca, la sin concesiones… con la pretensión de formar generaciones de liberados mentales, que armados con un nivel de carpintería y una herramienta para pulir intenten acciones en favor de Gaia.

Años luz

En Colombia, tierra de volcanes, nos queda difícil explicar todo aquello sobre la formación del planeta a partir de la mentira más grande: que la Tierra se creó en siete días… y que el cuadro genético de los humanos fue producto de un soplo divino… por ello nuestra indignación debe comenzar en el rescate de las verdades cósmicas.

Decidimos que en el Diplomado no íbamos a alcahuetear con ninguna mentira patentada; debería ser un diplomado de indignación ambiental.

El paso inicial fue convencer a los 50 alumnos sobre la necesidad de un rescate con honestidad ambiental… y comenzamos por las falsedades de la historia sagrada, los caprichos religiosos, los inventos del camino…

El tiempo, como medida de construcción del universo debe ser sagrado, a las distancias en miles de días, los días en años luz, e insistir en que nuestro amigo Enoc fue un gran astronauta, fue un científico acertado.

Credito
GONZALO PALOMINO ORTIZ Observatorio Ambiental de la U.T.

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