El acto adelantado en las instalaciones de la Unidad de Atención y Orientación para la población en situación de desplazamiento contó con la asistencia de más de 100 mujeres de la zona rural y urbana de Ibagué.

“Básicamente hicimos una conmemoración simbólica, un acto sobrio pero muy significativo”, destacó Luz Estela Canizales, directora de Apoyo Comunitario.

Frente a un ‘árbol’ se buscó hacer un ejercicio de duelo, pero sobretodo de reconocimiento y dignificación de la mujer, destacó la funcionaria.

“Las víctimas lo que necesitan es visibilizarse y ser reconocidas como personas dignas de respeto, a las que se les debe garantizar un mejor futuro”, resaltó.

De acuerdo con la Unidad para las Víctimas, estos delitos son asociados a las relaciones desiguales de poder, y producen en las mujeres daños físicos, psicológicos y sociales. En la mayoría de las situaciones son estigmatizadas por la sociedad.

“Unas 150 mujeres adelantaron este proceso emotivo, que debe transformarse en acciones puntuales desde todos los sectores nacionales y locales”, aseguró Canizales.

Mientras en la ciudad no se tiene una cifra de los casos de violencia sexual en el marco del conflicto armado, el país reporta cerca de 13 mil denuncias.

“A estas alturas de la vida, cuando hablamos de igualdad, no podemos estar tan atrasados en uno de los temas fundamentales como la violencia contra la mujer”, aseguró la funcionaria.

Expertos destacan que la violencia sexual en el caso colombiano puede catalogarse como un “crimen de guerra”, ya que se desarrolló en el marco del conflicto armado y por lo tanto es sujeto de derecho internacional, vigilado por la Corte Penal Internacional.

“Estos crímenes deben cumplir con los principios de verdad, justicia, reparación y no repetición. Hay muchos casos que no salen a la luz pública por miedo a denunciar, por el temor al señalamiento, en este renglón se debe avanzar”, dijo.