Partido Conservador, el fiel de la balanza, pero sin opción de poder

COLPRENSA - EL NUEVO DÍA
La Convención del Partido Conservador que se realizó la semana pasada en Bogotá pasará a la historia de la colectividad no propiamente por ser una de las más concurridas –cerca de cinco mil personas— sino por el desorden que imperó en la máxima instancia interna.

No solo fueron las largas filas para ingresar al recinto de Corferias, la falta de información para los asistentes y fallas de logística lo que empañó la que se suponía sería una fiesta democrática del partido de Caro y Ospina. Tampoco fue la rechifla del honorable público a los principales expositores, en especial al saliente presidente del Directorio Nacional Conservador, David Barguil.

“He asistido a muchas convenciones conservadoras, pero nunca a una tan desordenada e irrespetuosa como esta. Aunque a mí no me rechiflaron y pude intervenir, me pareció una falta de decoro y un espectáculo bochornoso”, afirma el exministro conservador, y jefe negociador ante el ELN, Juan Camilo Restrepo Salazar.

Pero más allá de las fallas de organización, fueron los temas de fondo los que hicieron ver que por momentos el encuentro azul –que se aplazó en varias oportunidades desde febrero pasado- se convirtiera en “una recocha”, como diría un famoso expresidente de República al hablar de la ceremonia del 26 de septiembre en Cartagena cuando se firmó el Acuerdo Final de Paz.

De hecho, en medio de las rechiflas y los gritos, “que nadie sabía ni a quien iban dirigidos”, según el exministro Restrepo Salazar, al final fueron designados 19 miembros del nuevo Directorio Nacional Conservador, de los que el analista Gustavo Álvarez Gardeazábal afirma “son unos perfectos desconocidos”, salvo los ocho congresistas (ver recuadro).

Al final del evento quedó claro que la Convención no permitió ni elegir al nuevo presidente de la colectividad en reemplazo de David Barguil, ni fijar una posición de bancada frente a la paz, y mucho menos frente a las elecciones presidenciales de 2018. Tampoco, definir qué tesis defenderán en temas tan controversiales como el proyecto de reforma tributaria o la implementación del Acuerdo de Paz.

“Fue un desahogo”

Frente al desorden que imperó en el encuentro de los casi cinco mil convencionistas, el dirigente conservador y precandidato presidencial Ubeimar Delgado Blandón, sostiene que se trató de un “desahogo”.

“Había un sentimiento represado de las bases, que querían expresar su opinión frente al proceso de paz, porque la Convención venía aplazada a la espera de los resultados del plebiscito y es claro que las bases del partido iban por el No al Acuerdo de Paz”, sostiene el excongresista y ex gobernador del Valle.

Pero el ex ministro de Gobierno Fernando Cepeda Ulloa sostiene que la Convención fue tan accidentada que “esta vez desinfló” a quien fuera proclamada a rabiar como candidata de los ‘hermanos godos’ en la Convención de 2014. Marta Lucía Ramírez.

“Nadie sabe qué es lo que está pasando en el Partido Conservador, es un fenómeno político extraño, que vale la pena analizar a profundidad”, sostiene el experto.

No le falta razón, si se considera el panorama político actual y el que se vislumbra para el año electoral que viene, con una agenda tan diversa como compleja.

A todo lo anterior se agrega que el año entrante entrará a competir un nuevo partido político: el que surja de la desmovilización de las Farc, y que entra con un ‘cace’ electoral que todos parecen rechazar de entrada, pero que también todos quisieran tener.

Algunos observadores han considerado que el partido de las Farc terminará haciendo alianzas electorales con algunos de los actuales partidos y movimientos políticos, al menos en las primeras jornadas democráticas después de su reinserción a la vida civil.

Puja por la Vicepresidencia

Las fuentes consultadas coinciden en que desde hace ya varios lustros, el Partido Conservador se ha convertido no solo en un apéndice de los Gobiernos de turno y en un voto decisorio en todas las elecciones, pero sin vocación de poder.

“El Partido Conservador no tiene candidatos presidenciales de peso, los que tienen están buscando ser vicepresidentes en cualquier fórmula. Otra vez el conservatismo va a terminar siendo el socio de una coalición ganadora”, agrega el analista Álvarez Gardeazábal.

Incluso, el experto se atreve a pronosticar que tanto la exministra Marta Lucía Ramírez y el exprocurador Alejandro Ordóñez “lo que buscan es hacer coalición con el que sea candidato presidencial del Centro Democrático”.

De ese criterio es también el exministro Cepeda Ulloa, para quien la casa azul del Park Way en Bogotá “no tiene candidatos, y a los que ha tenido no los ha apoyado”. Se refiere a las candidaturas Noemí Sanín, Marta Lucía Ramírez y Augusto Ramírez Ocampo, que no lograron el favor popular.

“Un partido político que no tiene un candidato que haga contra en primera vuelta, está condenado al fracaso. El problema es que la institucionalidad conservadora no pesa, por ello la bancada parlamentaria ‘negocia’ de forma individual con cada Gobierno”, sostiene el también exembajador en Francia.

Pero el precandidato Delgado Blandón, aún tiene fe: “Lo que buscamos es reconstruir el partido, ser nuevamente opción de poder, y quitarnos el rótulo de que somos Santos o Uribe. No, somos un partido de principios, eso tenemos que demostrarlo con un candidato propio”, señala.

Para los entendidos, el problema es que el conservatismo “se acostumbró a la mermelada” y ahora prefiere “ni siquiera hacerse contar en primera vuelta”.

El nuevo DNC

Al hacer la revisión de las nuevas fuerzas políticas regionales representadas en el nuevo Directorio Nacional Conservador, se puede establecer que la ecuación quedó de la siguiente manera:

El saliente presidente del DNC, David Barguil, eligió a Carlos Augusto Londoño; el senador Efraín Cepeda a Juan Camilo Fuentes; Ubeimar Delgado a Blanca Cardona. El senador Fernando Tamayo eligió a Luis Harold León Vargas. El senador Juan Manuel Corzo a su hijo Juan Felipe Corzo. Marta Lucía Ramírez y el senador Jorge Hernando Pedraza eligieron a Juan Camilo Ostos y el senador Hernán Andrade a Bladimiro Córdoba.

El senador Juan Diego Gómez de Antioquia, eligió a Orfa Nely Henao. El Representante a la Cámara Juan Carlos García a José Jácome Carrascal. El representante Juan Carlos Rivera, a Juan Camilo Cárdenas. Y Marina Campo, representa la Mujer del departamento del Magdalena.

A ellos se suman otros cuatro codirectores, los senadores con las más altas votaciones en las pasadas elecciones: Efraín Cepeda, Miriam Alicia Paredes, Olga Suárez Mira y Yamina Pestana, además de los cuatro Representantes a la Cámara más votados: Álvaro López Gil, del Valle del Cauca; Inés Cecilia López, del Atlántico; Ciro Rodríguez, de Santander, y un vocero de Luis Fernando Almario, ex Representante a la Cámara por Caquetá.

Credito
COLPRENSA

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