Con presentaciones en Ibagué, Guamo y Carmen de Apicalá, hoy se da por terminado el VII Festival de Música Sacra que se desarrolló desde el 31 de marzo y engalanó los encuentros litúrgicos que se desarrollaron en diferentes municipios de fuerte tradición religiosa en el Tolima durante la Semana Santa.  

El evento que fue aplazado el año anterior por cuenta de la pandemia, es el primero que realiza la Gobernación de forma semipresencial, permitiendo a los artistas retomar los escenarios y la conexión con el público, tras un año marcado por la ausencia de grandes eventos abiertos a la comunidad.

"Como músico puedo decir, el contacto con la gente es vital, necesario, estamos ayudando a la reactivación económica y la gente disfruta de un evento maravilloso, de reflexión y de música", dijo Jaiber Bermúdez, director Departamental de Cultura. 

Con la implementación de  protocolos de bioseguridad y con control de aforo en cada una de las presentaciones, los asistentes pudieron disfrutar de grandes interpretaciones musicales de la mano de talento regional formado en los Conservatorios de Ibagué y el Tolima y con amplia trayectoria a nivel nacional. 

El espacio que buscaba un encuentro con la fe, permitió que personas de todas las edades, reunidas con su familia pudieran disfrutar de un escenario único con la interpretación de importantes obras, que sirvieron para rememorar la pasión de cristo y el viacrucis hasta su crucifixión. 

Los niños, los grandes asistentes

La variedad de escenarios dispuestos en el Festival, permitieron también que los más pequeños pudieran disfrutar del encuentro y ver en escena la cosecha de exitosos músicos que se forman en el Tolima.

Acomodados en las sillas dispuestas con el distanciamiento social requerido y acompañados de sus padres, los niños estuvieron atentos de la muestra musical e incluso se animaron a dejar como recuerdo en sus celulares el sonido de los instrumentos y voces que acompañaron cada evento.

 

"El público nos alimenta"

La realización del Festival además del encuentro espiritual en la Semana Mayor, se convirtió  en el reencuentro de los artistas con el público, cita que se había postergado por la emergencia sanitaria y que generó en los músicos una vez más agradables sensaciones al recibir aplausos y comentarios positivos por su labor. 

Uno de los grupo invitados fue la agrupación musical ibaguereña Boga Brass, un quinteto de bronces de amplia trayectoria local y nacional que en este año trabaja en su primera producción musical.

El maestro Juan Miguel Pinto Mera, integrante del quinteto, explicó la emoción de volver a tocar con público "ha sido una época de olvidar, pero que nos genera aprendizajes, para los músicos esto hacía mucha falta, nos veníamos preparando, no con la misma productividad, pero sí con este tipo de propuestas para poderlas exponer (...) esto nos da miedo en cierto modo porque uno es constante en su quehacer y el dejar de hacerlo es volver a empezar, es el miedo de que espera la gente, que quiere, con este encierro la gente que busca y a que se puede enfrentar después de ver un grupo en vivo", dijo el músico.

El grupo femenino Meraki, fue otro equipo de lujo que deleitó a los feligreses en el Festival y que también se mostró agradecido con la recepción del público.

"Se llevaron  todos los implementos de bioseguridad, se mantuvo la distancia del público y gusto bastante, eso percibimos al final de cada presentación, recibimos muy buenos comentarios, en los live también apreciamos comentarios positivos y nos llenó llevar un poco de nuestra música académica en esta semana tan importante (...) el público nos alimenta a través de aplausos, comentarios y el apoyo presencial, es bastante importante somos de ustedes", Andrea Kateherine Vanegas, integrante de Meraki.  

En los diferentes templos religiosos y centros comerciales  también se contó con la importante participación de grupos musicales como Magnificat Octeto Ensamble, quien se encargó del acto inaugural; Quinteto Sol Classic, Musical Vitale y el Sexteto Huellas.