Juegos on line, entre la adicción y la diversión

Los especialistas hacen un llamado a los padres de familia para que conozcan más de lo que sus hijos hacen en la web.

Juegos en línea como Dofus, Operación Siete y Halo, entre otros, no son tan inofensivos como la rayuela, el trompo o el ‘yermis’.

Así lo dio a conocer la fundación El Camino Colombia, que adelanta una investigación en Ibagué sobre la adicción que estos juegos crean en los menores de edad y que no están siendo vigilados por los padres de familia.

“Los padres están felices porque los niños están en casa y se están portando bien, pero no saben que el problema lo tienen en línea, porque esos juegos son manipulados”, expresó Abraham Moisés Cybulkiewicz, director de la fundación El Camino Colombia.

Los juegos on line no han sido creados para hacer daño, “por eso la ley no puede actuar. Dofus, por ejemplo, es un juego elemental, sencillo e inofensivo, donde se está manejando dinero virtual y real. Pero por cada millón de pesos virtual se tasó una cantidad determinada real”, indicó Cybulkiewicz.

Al interior de estos juegos virtuales, según la fundación, se puede llevar al menor al ‘grooming’ o acoso sexual por la red.

“El dinero virtual viene a ser el que se utiliza más por parte de pedófilos, micromafias y ‘grooming’ (acoso sexual a menores por la red). En el dinero real es más peligroso, porque se maneja dinero en efectivo; hemos encontrado niños de 13 años de edad en Ibagué que manejan hasta tres millones de pesos en un fin de semana”, dijo el Director de la fundación.

Y agregó: “Casos delicados que hemos encontrado en Ibagué (por ejemplo) son que cada millón de pesos virtuales de Dofus valen 15 mil pesos reales, es decir que si una figura vale 15 millones de pesos virtuales, significa que eso equivale a cerca de 225 mil pesos reales”.

En una de las conferencias dictadas por Cybulkiewicz a menores de edad de una institución educativa de la Ciudad Musical él encontró que “de un grupo de 60 niños de Quinto de primaria, 45 están jugando Dofus de dinero virtual. El problema radica en que son niños que ya fueron ‘tocados’, solicitándoles una cantidad de dinero en efectivo por cruzar un nivel en el juego. Como ellos juegan Dofus y se conocen entre sí, en los descansos algunos venden sus figuras por valores que oscilan entre 25 y 40 mil pesos, comenzando por la merienda”.

Los casos
La ludopatía o adicción al juego ha llevado a niños de Ibagué a conseguir dinero de forma indebida.

“Atendí a un joven de 13 años de edad de Ibagué. Al chico lo mandaron con una plata al banco, la entregó y faltaban 200 mil pesos; señaló al cajero como ladrón. El menor de edad se encerró en que lo habían robado, a tal punto que dejaron sin trabajo a esa persona”, refirió Cybulkiewicz.

Y sostuvo que “el niño llegó hasta esa consecuencia para alcanzar su objetivo, pero aparte de eso le robó a los papás 160 mil pesos para completar el dinero para comprar las claves. El joven habló conmigo y nos dimos cuenta que el chico era manipulado por uno de 12 años”.

Para la fundación, el problema no es el juego, es la descomposición familiar y social. “Hoy es eso, mañana es la droga y hurtos más grandes. En algunos países ha llegado al alcance de que los menores han sido secuestrados”.

¿Dónde está la ‘mafia’?
De acuerdo con la fundación, el problema radica en las concesiones o franquicias. “Los niños ingresan a Internet y los padres no tomamos la precaución de observar los juegos virtuales; hay páginas reales, pero hay blogs y no nos damos cuenta”, expresó Cybulkiewicz.

“Al adquirir la franquicia hay una persona que maneja el juego. Los servidores de esa página lo van a datear cuántos afiliados tiene y de ellos obtendrá el nombre, el nick, la cuenta de correo electrónico, la clave y demás datos de la persona”.

“Como franquicia tienen jóvenes que van a trabajar e ingresar a interactuar con los que se están afiliando. Ellos lo que hacen es moderar, interactuar y llevar a los demás muchachos a que pasen los niveles. Empiezan a pedir dinero por las claves y los accesorios para pasar los niveles”.

“Ya el muchacho que compró tiene a la persona que le vende, pero psicológicamente el joven se va a esmerar a pasar los niveles, pero entra la presión de grupo cuando los compañeros están por encima de él. Al estar retrasado de los otros entonces empieza la necesidad de conseguir como sea las claves”.

Un problema mayor
El problema puede ser mayor cuando la ludopatía de los juegos en línea y el ‘grooming’ se unen.

“El ‘grooming’ es peor, porque cuando interactúan, al momento entregar el nick, das la cuenta de Facebook, Yahoo y Hotmail, aceptando a la otra persona como contacto, teniendo un acceso total. El problema radica en que las primeras charlas son de amistad, pero el otro hasta lo puede ver por cámara web, sólo con entregarle la referencia de la misma”, sostuvo Cybulkiewicz.

Y puntualizó: “Pasan a una conversación íntima y llegan al punto de hacer cosas sexuales frente a la cámara y lo graban. Después ponen a hacer al menor cualquier cosa, todo por ocultar los videos que han grabado. Los papás ni siquiera se imaginan el alcance de los juegos on line”.

La prevención
El primer ‘filtro’ para evitar que los menores de edad se desvíen en los juegos on line es la vigilancia que los padres de familia deben hacer al momento que los jóvenes ingresen a la web.

“La prevención está en manos de los padres de familia. Hay un problema grande y es la educación, porque existen padres de familia que no conocen la tecnología y pueden creer que sus hijos están haciendo un trabajo, pero en realidad está es metido en el flagelo de los juegos on line”, expresó Gloria

Esperanza Castellanos, psicóloga de la Universidad Nacional Abierta y a Distancia, Unad.
Y agregó que “si se educan los papás respecto a un juego, el tipo de niveles que existen y las redes sociales, esto les permitirá estar más atentos del menor para hacer una actividad correcta. Lo ideal es que los menores cambien la actividad para que no se vuelva rutinario a nivel mental y sea una adicción. Estar pendientes de ellos cuando ingresan a la web y conocer lo que ellos están haciendo, si no conozco no podré prevenir”.

Así mismo, que el niño tenga otros espacios para compartir y efectuar otras actividades. “Si no hacemos esto podemos darle espacio al ocio mal manejado y se puede meter en grandes problemas”, sostuvo Castellanos.

Con respecto a Ibagué y la prevención que se maneja por parte de las autoridades locales “no se está haciendo nada en este sentido, porque no está estipulado por el Ministerio de la Protección Social”, expresó Juan Manuel Mosquera, secretario de Salud de la capital tolimense.

“Hemos dado indicaciones en pautas de comportamiento, manejo y personalidad, pero en contra del juego nada. Nadie está contra eso, ni en manejo de redes sociales. Se manejan programas de prevención contra la anorexia, la bulimia, tabaquismo, pero en contra de los videojuegos no”, dijo el funcionario.

Credito
EL NUEVO DÍA

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