¿Hasta dónde aparentar ser la familia perfecta?

La convivencia perfecta no existe y todas las familias afrontarán momentos en los cuales se crean pequeños conflictos. Si bien los expertos aseguran que esto es normal, manejarlo con prudencia no es lo mismo que aparentar ser lo que no son delante de los demás.

La vida en familia no es fácil, especialmente cuando los miembros de casa tienen personalidades tan diferentes o temperamentos que pueden ‘chocar’ con el de los demás.

Sin embargo, afrontar los problemas con serenidad, buscar soluciones y no aparentar ante los seres queridos o la sociedad, son aspectos importantes que ayudarán a la hora de manejar la situación.

Los problemas, disputas, desacuerdos, enojos, peleas y malos entendidos aparecerán en cualquier momento y nadie está exento de ellos, pues hacen parte de la vida diaria.

No obstante, saber darles el manejo adecuado será la clave para evitar que su familia se derrumbe.

Si bien en estos casos lo más conveniente es acudir a la prudencia, evite caer en los extremos de la mentira.

Lo anterior lo obligará a vivir en un mundo ‘irreal’ en el cual deba aparentar tener la “familia perfecta”, poniendo a sus seres queridos en una posición incómoda.

Recuerde que al hablar con engaños, corre el riesgo de ser descubierto en el momento menos pensado, haciendo que la situación se agrave o incluso, llegando a límites en los cuales el problema ya no puede ser solucionado.

 

Los problemas familiares

Vivir de acuerdo con todo lo que quieren los demás es difícil, por lo cual la aparición de pequeñas disputas es normal.

Asumir los problemas con calma y recordar los motivos que unen a la familia son los primeros pasos que debe dar antes de tomar decisiones que después lamentará.

“La convivencia es uno de los aspectos más complejos que hay en la vida, porque implica que la persona cede su espacio y se vuelve tolerante hacia ciertos comportamientos de los miembros de la familia. Por eso es que hay pequeños problemas por cosas simples, y aunque es normal no hay que olvidar el respeto, la armonía y el amor que se tienen”, comentó la sicóloga Andrea Navarro Soto.

Es por ello que lo más recomendable es tomarse un tiempo para calmarse antes de entablar una conversación con esa persona con la que se siente ofuscada.

No irrespete a nadie y mantenga la calma para garantizar la armonía.

 

Reglas de oro para convivir en familia

 1 Acuda al diálogo: hablar de manera clara, directa y respetuosa es lo más importante a la hora de solucionar los problemas que se generen en el día a día dentro de la familia.

2 No ponga a los demás en contra: es normal que haya comportamientos que lo irriten. No obstante, solucione el altercado con la persona directamente implicada y evite poner a los demás en contra.

3 Tenga normas dentro de la casa: dejar las reglas del juego claras y las consecuencias que traerá si se incumple con ellas, le ayudará a mantener la armonía del hogar.

4 No divulgue sus problemas con terceros: “la ropa sucia se lava en casa”, no le comente a sus amigos o vecinos los problemas que pasan con su familia, esto no le ayudará a solucionar la situación.

5 Comparta espacios de recreación: crear recuerdos especiales les ayudará a recordar las razones por las cuales ama a su familia. Esto será importante cuando necesite calmarse.

 

“Las apariencias son sinónimo de debilidad”

Laura Hernández, sicóloga

 ¿Qué sucede cuando hay muchos problemas en la casa?

Es sinónimo de que hubo una ruptura en los valores que antes los unía como familia. Cuando los problemas son muy frecuentes, son una señal de que algo malo ha estado pasando y no lo han solucionado de raíz.

¿Se debe aparentar?

Yo considero que todas las personas tienen derecho a su privacidad y no es necesario que anden divulgando sus problemas con todos. Pero tampoco deben aparentar ser lo que no son, las apariencias son sinónimo de debilidad. Quiere decir que la persona le teme a la realidad y prefiere engañar a los demás y a sí mismo.

¿Cómo manejar la situación en público?

Si en la casa hubo un problema y después deben estar en algún evento social, será un poco incómodo. Pero el respeto se debe mantener en todo momento. Una persona no puede permitir que el enojo, la frustración o la rabia los haga actuar de manera inadecuada o lastimar a los seres queridos delante de los demás. Hay personas que empiezan a echar ‘indirectas’ y eso lo único que hace es empeorar un problema que puede que al principio fuese pequeño.

 

La presión social

 Mantener una relación sana y respetuosa con amigos y otras familias le permitirá crear espacios de recreación en los cuales podrá disfrutar y consolidar nuevas amistades.

Sin embargo, es importante que aprenda a poner límites en el tipo de información que comparte acerca de su familia con estas personas, pues es posible que caiga en el error de comentar cosas que deben permanecer en la privacidad familiar.

Aparentar ser la “familia perfecta” no es sano para ninguno de los miembros de la casa.

Por el contrario, al hacerlo, suma una carga emocional, pues se sienten presionados a actuar de manera diferente, hacer cosas que no quieren, decir lo que los demás quieren o esperan escuchar y no darle libertad a su personalidad.

Recuerde que el bienestar de su familia debe ser más importante que la imagen que quiere darle a los demás de usted mismo.

Credito
REDACCIÓN DIVERSIÓN

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