El presidente Juan Manuel Santos anunció ayer la puesta en marcha de una estrategia que redobla la presencia policial y militar en Tumaco, municipio nariñense asolado por una ola de violencia asociada a los cultivos ilícitos, y lleva también alivios sociales a sus humildes pobladores.
Santos encabezó un consejo de seguridad y además escuchó en una reunión con lugareños su “visión” sobre los problemas de esta remota población que concentra 23 mil 148 hectáreas de cultivos de coca, el 16 % del total nacional.
Uniformados: 9.000
En concreto, el jefe de Estado confirmó el inicio de la operación ‘Atlas’, una iniciativa a la que el Gobierno destinó más de nueve mil policías y militares para luchar contra el delito y la criminalidad en el suroeste del país y sobre la que había anticipado detalles este viernes el ministro de Defensa, Luis Carlos Villegas.
“Se reorganiza la Fuerza Pública, se unen unidades que estaban dispersas y se da mando a una Fuerza de Tarea que estará a cargo de un mayor general y tiene unos planes específicos de lucha contra el delito y la criminalidad”, afirmó.
El mandatario aseguró que la Fuerza Pública atacará con “toda la contundencia” todos “los eslabones del narcotráfico” en esa localidad, donde el pasado 5 de octubre siete campesinos que se oponían a la erradicación de cultivos de coca fueron asesinados supuestamente por policías.
“No hay abandono”
“Este Gobierno no ha abandonado a Tumaco, todo lo contrario”, subrayó Santos, quien viajó acompañado por su vicepresidente, Óscar Naranjo, y los ministros del Interior, Guillermo Rivera; Justicia, Enrique Gil, y Defensa, al igual que por otros funcionarios y altos mandos militares y de la Policía nacional.
Esta semana, la Fundación Paz y Reconciliación advirtió en un informe que 11 grupos se disputan el control territorial de esta población de más de 200 mil habitantes situada a orillas del océano Pacífico y limítrofe con Ecuador.
Tres de esos grupos los formaron disidentes de las Farc: Guerrillas Unidas del Pacífico (GUP), La gente del nuevo orden y el Grupo Oliver Sinisterra, señaló el documento, que además menciona al Clan del Golfo, la mayor banda criminal del país heredera de los desmovilizados grupos paramilitares, entre otros.
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