El sentido del arte

No ha cesado la polémica en el país en torno a la intención del alcalde de Bogotá, Enrique Peñalosa, de construir un parque público para la comunidad de ‘Los Mártires’ en el lugar donde reposan los columbarios del Cementerio Central, que alberga la obra de la maestra bumanguesa Beatriz González

‘Auras anónimas’ y la decisión de declararla bien de interés cultural por el Consejo Nacional de Patrimonio Cultural, Cnpc.

En días pasados, el mandatario distrital arremetió por redes sociales contra la decisión del Cnpc de extender la declaratoria de patrimonio cultural de la nación a un grupo de 9.856 lápidas (columbarios) ubicadas en el Cementerio Central de Bogotá y de esta forma evitar que el Distrito construyera un parque recreativo.

“El Consejo Nacional de Patrimonio Cultural avaló la decisión de preservar las características urbanas y arquitectónicas del conjunto funerario, e igualmente reconoce la necesidad de exaltar el valor patrimonial de este campo santo, con usos compatibles con la memoria del lugar, implementando medidas que permitan la recreación pasiva y el desarrollo de actividades contemplativas”, expresó Alberto Escovar, director de Patrimonio del Ministerio de Cultura.

Ante el hecho, la controvertida reacción de Peñalosa no se hizo esperar. En 34 trinos, hizo notar su descontento.

“Artista con objetivos grandiosos: “impactar en la memoria nacional”... Y atender “las auras de los muertos”... La inmensa mayoría de los que opinan solo las han visto desde sus carros al pasar. ¿Quién paga este monumento que será elogiado en cocteles en París? Los niños de Mártires”, se lee en uno de sus tweets.

Al respecto, Luis Enrique Nieto, director de Patrimonio Cultural e Histórico de la Universidad del Rosario expone que la obra de Beatriz González debe preservarse y que, por lo mismo, la declaratoria de patrimonio nacional es pertinente.

“Los columbarios específicamente evocan un momento clave para nuestra historia nacional (9 de abril de 1948) y una tragedia de la que no hemos salido, por lo mismo tienen una significación de inmensa importancia para la memoria histórica, la cual debe contribuir a asegurar la no repetición de la barbarie que ha acompañado durante tantos años el devenir del país”.

En la misma línea basa su postura Graciela Sanzón de Hernández, artista Plástica y Maestra en Bellas Artes, quien asegura que no es concebible desprestigiar una obra de arte con la trayectoria de González.

“Hacer arte no es improvisar, no es que de la noche a la mañana a un artista le dio por hacer una locura y punto. Beatriz González tuvo que seguir un proceso de estudio, de memoria. Se trata de respetar el bagaje del artista, el estudio que tiene y lo que representa ante el mundo”.

No obstante, la Maestra en Bellas Artes de la Universidad Industrial de Santander, reconoce que la obra podría ser conservada dentro del parque propuesto por la administración distrital.

“La gente que va a los parques también tiene que culturizarse conociendo obras de arte, entendiendo la historia que hemos vivido, dura pero que no podemos borrar. No es descabellado pensar en un museo recuperado al que niños y jóvenes tengan acceso”, añade Sanzón Hernández.

 

¿Arte o urbanismo?

En el fondo de la discusión se habla de la recuperación de la zona en la que están los columbarios para evitar la drogadicción e incentivar el deporte, algo que, según Peñalosa, se logra por medio de la construcción de canchas sintéticas, un gimnasio al aire libre, plazoletas, juegos infantiles, senderos, zonas verdes y espacios de formación artística.

De otro lado, se pone sobre la mesa la opción de dejar la obra tal como está, en un lugar de memoria, cuyo valor lo adquiere por ser un sitio de duelo, un espacio cargado de historia.

Alejandro Ordónez Ortiz, arquitecto y Docente de la Universidad Santo Tomás, establece que la ciudad es una construcción cultural que se hace permanentemente entre todos. En ese sentido, explica que ambas posiciones en esta polémica tienen algo de razón.

“Es completamente legítimo el interés del alcalde de transformar el lugar hacia un uso público, pero también es cierto que los columbarios son importantes, en tanto son un objeto urbano que hace, o puede hacer parte de la memoria colectiva, más aún si se refuerza con una obra artística con esas intenciones. En una situación así, se debería apostar por la concertación, desde el diálogo de los actores podría salir un proyecto mucho más interesante que el planteado por Peñalosa. ¿Por qué no convocar a un concurso arquitectónico y urbano de ideas que trate de conciliar la necesidad de convertir el lugar en espacio público efectivo, pero buscando salvaguardar la obra de los columbarios, o al menos una parte significativa?”.

Beatriz González, autora de la obra ‘Auras anónimas’ se refirió al tema señalando que no estuvo de acuerdo con el proyecto de parque planteado por la administración, pues no coincide con el fin del espacio.

“Todo lo que tenían era muy estrambótico y rompe con la unidad del lugar que se hizo tan sabiamente años tras. Los columbarios son muy bellos, arquitectónicamente son una obra de arte que invita a la meditación. No niego la importancia del parque, lo que pido es silencio y pensar en nuestra historia”.

 

Dato

En 2007, la artista plástica Beatriz González se ganó una convocatoria artística para intervenir los columbarios. Las escenas usadas en la intervención de las lápidas son soldados o campesinos cargando cadáveres.

 

Cifra

36 mil metros cuadrados estaba proyectado intervenir en la construcción del parque cuya inversión era de $100 mil millones.

 

Dato

Por años las artes han sido entendidas como manifestaciones e instancias que promueven la reflexión de la sociedad. ¿Hoy prima el deseo de urbanizar?

Credito
EL NUEVO DÍA

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