El denunciante afirmó por medio del colectivo Caribe Afirmativo, que él y otras dos personas fueron llevadas hasta el CAI Soledad 2.000 en Barranquilla, trasladados por policías que los retuvieron cuando participaban en las manifestaciones del pasado 21 de mayo, cuando iniciaron los desmanes.

El joven relató que fue una pesadilla, en la que fueron golpeados por los policías, les quitaron los móviles y se los llevaron al CAI, donde fueron amenazados; además, comentó que recibió burlas por su orientación sexual.

“En el CAI de Soledad, los agentes de policía los amenazaron, cometieron diferentes formas de violencia sexual y tortura; y en el caso de la víctima, utilizando siempre expresiones peyorativas y prejuiciosas en razón de su orientación sexual. Luego, fueron amenazados y extorsionados para encubrir las violencias”, aseguró Caribe Afirmativo.

“Este caso evidencia los móviles prejuicios y discriminatorios con que se comete la violencia policial contra personas LGBT en el país. Se trata de un caso donde se realizó un trato diferenciado sustentado en prejuicios relacionados con la orientación sexual de la víctima”, añadió el colectivo, puesto que la víctima relató que los uniformados los “incitaron” a cometer abusos de índole sexual, por su orientación gay.

La policía metropolitana de Barranquilla respondió a la denuncia, y manifestaron que ya se abrió investigación por los “hechos confusos”, en el CAI; además, explicaron que los jóvenes denunciantes fueron capturados y legalizados ante un juez de control de garantías.

Luego, estuvieron en la unidad desde las 4 de la mañana del 22 de mayo hasta las 11: 50 de la mañana del 23 de mayo, cuando salieron firmando la anotación sin novedad, como indicó el subcomandante de la Policía Metropolitana de Barranquilla, coronel Carlos Julio Cabrera.