Acelerar el crecimiento de la economía

Jaime Eduardo Reyes

La última encuesta de Invamer publicada por la revista Semana mostró que los colombianos quieren que el próximo presidente resuelva el problema de la economía. Cuando se suma los porcentajes de desempleo (21.5%), pobreza (4.5%), costo de vida (2.9%), activar el campo y el agro (1.6%), activar la economía (1.6%), el resultado es de 36.6 por ciento, es decir de cada 100 encuestados 37 están preocupados por la economía.

Estos resultados de percepción son coherentes con los resultados objetivos del pobre crecimiento en el primer trimestre 2017 con un 1.1 por ciento. La explicación del bajo crecimiento económico está en la caída del sector de hidrocarburos (-9.4%) y de edificaciones (-7.1%).

Antes de que llegue el nuevo gobierno nacional al actual le queda más de un año, es justo pedir que el tema no sea menospreciado y que por el contrario tenga toda la atención, y aunque es cierto que a Santos lo reeligieron para hacer la paz con las Farc, los otros temas también son de vital importancia para la nación.

Como van las cosas, de seguir por el actual sendero, el porcentaje de las personas preocupadas por la economía del país va a crecer, ese 37 por ciento de la última encuesta crecerá sin lugar a dudas.

Las protestas sociales no son en vano, el descontento es el resultado de una realidad que viven los colombianos, realidad de pobreza por ingreso y desigualdad.

El actual resultado refleja que la reforma tributaria no fue estructural, que solamente sirvió para ajustar la caja, y aunque el Banco de la República está haciendo la tarea y las bajas en las tasas de interés se reflejarán en mejores condiciones para el consumo y la inversión, la política fiscal es fundamental.

No hay duda que el debate político económico en el Congreso no ha estado a la altura, su calidad ha bajado, escasean las propuestas bien sustentadas de cómo encaminar la economía del país, los Ministerios de la Economía no avanzan con inversiones que impulsen las transformaciones productivas que se requieren en un país que venia acostumbrado a vivir del petróleo.

Sí, transformación productiva, agroindustria de alto valor agregado, con mayor productividad, derechos de tierra, acceso al crédito y a las asistencia técnica y la modernización de las tecnologías, Industria que remplacen las importaciones y que logren ser exportadas. Tareas de la política fiscal.

Y por supuesto, es necesario el impulso al gasto público a través del paquete de adición presupuestal que hace tramite en el Congreso de la República, además se requiere avanzar en las inversiones de obras publicas de 4G que están a la espera de los cierres financieros.

El crecimiento del país no puede seguir dependiendo de que tanta suerte tenemos con el aumento en los precios del petróleo o del café, necesitamos rediseñar nuestro aparato productivo, y al parecer no será en este gobierno.

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