Comparaciones odiosas

Alberto Bejarano Ávila

Dicen que las comparaciones son odiosas pero necesarias, pues sin referentes es imposible el juicio consistente y sustentable sobre cualquier asunto. Aludo a ello como prólogo para reiterar que las pobrezas tolimenses no son de recursos ni talento sino paradigmáticas y se perciben, ej., al mostrar la región como ombligo del mundo o al hacer sofísticos elogios que, como espejo mágico, ocultan defectos y revelan virtudes. La alucinación se deshará y todo empezara a cambiar cuando nos avergüence el autoengaño, la pasividad, la incapacidad de lucha, porque esa es realmente la pobreza multidimensional, las otras son sus efectos.

Hablo de comparaciones porque hace poco, esperando en el Aeropuerto Olaya Herrera de Medellín retornar a Ibagué, veía la afluencia de viajeros a diversos destinos regionales y por ello quise saber cuántos vuelos comerciales diarios salen de esa terminal. Así supe que salen cerca de 60 y de Rionegro cerca de 100, más los vuelos privados. Sabido ello hice este ligero cálculo: sí la población del área metropolitana de Medellín es de 3.7 millones y la de Ibagué y cercanías (que no área metropolitana), Alvarado, Cajamarca, Rovira, etc., son, dígase 800 mil (21.6%), entonces las salidas de Perales deberían ser 34, pero dada la proximidad con Bogotá, rebajémosle la mitad, 17. Creo que apenas salen 5 o 6 vuelos… y caros.

Sabido es que el sistema de movilidad Medellín cuenta, además de buenas vías, con tranvía, metro, 5 líneas de metrocable, metroplus (transmilenio) y el modelo tradicional. En Ibagué desvariamos con tranvías sin haber podido implementar el SITP y con una “maluquita” malla vial. Las EPM, pese a su actual crisis, son razón de orgullo, porque allá entendieron a tiempo que los servicios públicos son gran negocio y por ende enajenables, mientras que acá, como buenos cultores de pobreza, los hemos cedido a terceros, algunos de ellos antioqueños.

Entre cientos de cooperativas pujantes, las 5 cooperativas financieras más grandes del país, paisas todas (en algunas ejerzo como consultor en prospectiva y en una soy parte del comité consultivo), tienen 446 mil asociados, 207 agencias, 3.3 billones en activos, 344 mil millones de capital social. Las 7 cooperativas tolimenses con actividad financiera tienen 13 agencias, 37 mil asociados, 252 mil millones en activos, 122 mil millones de capital social. En el Tolima el cooperativismo tiene enorme potencial, solo falta decisión.

¿Qué en Antioquia existen graves problemas? Claro que sí y, guardadas proporciones, son iguales a los nuestros, al fin y al cabo somos parte del mismo modelo económico excluyente y concentrador de la riqueza que allá y aquí debe ser corregido.

Las odiosas comparaciones no invitan a la imitación, sino a la autenticidad, pues el Tolima es tan rico como Antioquia y por ende y a nuestra manera, podemos forjar un Tolima grande y bueno, claro, “bajándonos de la nube” y, como dijera en otro artículo, revelándonos contra las viejas ideas, girando en torno a nosotros mismos y aprovisionándonos de una buena carta de navegación.

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