Mal parados

César Picón

Alcalde y Gobernador obtuvieron, respectivamente, la primera y segunda peor calificación en cuanto a la gestión desempeñada, según los líderes de opinión consultados por Cifras & Conceptos.
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De manera coincidente, los temas en los que les fue más mal fueron en disminuir la corrupción, gestionar proyectos de vivienda y el cuidado del medio ambiente, además de la movilidad en Ibagué. El otro punto que influyó para que ambos quedaran en la cola del ranking fue su estrategia para enfrentar la pandemia del Covid-19, los opinadores calificaron con 48 puntos al Alcalde y 54 al Gobernador, de 100 puntos posibles.

Que les vaya mal a nuestros gobernantes no debe alegrar a nadie. Es claro que si a ellos les va bien, a la ciudad y al departamento también. Sin embargo, no puede haber una alerta más oportuna para ellos y sus equipos de Gobierno que estos sondeos que, no solo les indica que su actual estrategia no está funcionando, sino también les señala los temas a los que deben prestar mayor atención.

Tal vez nuestros mandatarios no han entendido que las cosas son bien distintas a lo que inicialmente proyectaron. La ciudadanía agotada por la pandemia y acosada por problemas económicos derivados de las cuarentenas, espera empatía de sus gobernantes, que reconozcan cuáles son sus necesidades para que establezcan las prioridades.

Los campesinos llevan todo el año esperando que les arreglen las vías para no seguir perdiendo las cosechas. Las familias más pobres se quedaron esperando las ayudas sociales que sí fluyeron en otras regiones: abastecimiento alimentario suficiente, transferencias monetarias, alivios en pagos de servicios públicos e impuestos municipales. Los empresarios han pedido -sin éxito- que se decreten beneficios para mitigar las enormes pérdidas causadas por el confinamiento: descuentos en predial para 2021 para locales comerciales e industriales más afectados, descuentos en el impuesto de Industria y Comercio, una verdadera estrategia de reactivación económica que en lugar de imponer medidas improvisadas que terminen afectando sectores económicos, ayude a fortalecer la pedagogía y las acciones para la prevención del contagio; trabajar con los empresarios y no contra ellos. La gente también sigue esperando con ansias las acciones para mitigar el abrumador desempleo que padecen los ibaguereños, habían anunciado que con la construcción de varias mega obras se crearían miles de puestos de trabajo, pero por ahora en Ibagué no se ve el inicio de ninguna.

La opinión pública espera gobiernos eficientes, honestos, que generen empatía y confianza, que entiendan los problemas de los ciudadanos y los apropien como suyos. Es realmente desafortunado que por querer gobernar con fines electoreros y atendiendo instrucciones de un grupo político, no se haya logrado conectar con los intereses y necesidades del común.

Están próximos a salir los resultados de la encuesta de percepción ciudadana que está realizando el programa “Ibagué Cómo Vamos”, me atrevo a decir que los resultados serán similares. Ya no solo serán los líderes de opinión sino también la ciudadanía la que raje la gestión de nuestros mandatarios. Están a tiempo de escoger entre la política electoral y la política social. La segunda es la que prefiere la gente. 

Puya: felicito a Jaime Eduardo Reyes y Germán Sánchez, los dos columnistas más leídos del departamento. Justo reconocimiento.

CESAR PICÓN

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