Alternancia solo para pudientes

César Picón

Un padre de familia me confirmó que en el colegio Paideia (único que volvió a clases presenciales este año en Ibagué), no se presentó ningún caso positivo de Covid durante el piloto de clases presenciales que realizaron entre octubre y noviembre. Después de un sondeo realizado por mis redes sociales, pude comprobar que Paideia y muchos otros colegios privados ya abrieron matrículas para iniciar el 2021 con presencialidad, bajo la llamada alternancia. Los modelos difieren, pero siempre con la garantía que habrá clases presenciales. En un colegio asistirán por 2 semanas y luego se irán a casa por el mismo tiempo mientras otro grupo concurre; en otro darán clases por 2 días a la semana y lo demás virtual; otros colegios que hasta antes de la pandemia tenían jornada única (todo el día), ahora tendrán dos jornadas para poder manejar grupos pequeños de estudiantes. De cualquier modo, retomar las clases presenciales no solo favorecerá la calidad de la educación e influirá positivamente en lo emocional y psicológico de los estudiantes, sino que también liberará de una pesada carga a los padres de familia, especialmente las madres, que han tenido que modificar sus planes de vida por cuenta de tener que ocupar su tiempo al cuidado diario de los hijos. Hasta ahí la realidad de los pudientes, los que pueden pagar colegios privados.
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Pero, ¿qué pasará con los colegios públicos, que educan a la mayoría? Según los comentarios del sondeo, los padres que tienen a sus hijos estudiando en colegios oficiales están en un verdadero limbo. A algunos les han dicho que existe la posibilidad de la alternancia, pero no está asegurada; a otros ya les anunciaron que al menos hasta mitad de año irán con virtualidad; a la mayoría ni lo uno ni lo otro.

En la respuesta oficial del gobierno no se puede confiar. Mientras la Ministra de Educación ha dicho públicamente que el año escolar en el 2021 será en alternancia, Fecode (que agremia el 87% de los docentes de instituciones públicas) emitió el pasado 9 de diciembre un comunicado en el que asegura que seguirán con la modalidad de “Educación en casa”, hasta que no se cumpla una serie de exigencias que van desde adaptar las plantas físicas de las instituciones educativas en cuanto a infraestructura y dotación, hasta ampliar la planta de personal docente y garantizar el acceso universal y gratuito a Internet. Reclamos justos y necesarios, pero incumplibles en el corto plazo. ¿Cómo habrá alternancia sin profesores? ¿El Gobierno invertirá recursos suficientes en tiempo récord? ¿Habrá algún acuerdo?

Es un verdadero desastre que después de todo un año el Gobierno no haya tomado las riendas de lo que va a pasar con la educación de la mayoría de estudiantes del país. Están dejando atrás a las millones de familias que educan a sus hijos en colegios públicos. No solo se trata del aprendizaje, también de recuperar la interacción social, disminuir las crecientes afectaciones mentales y de comportamiento de los niños y jóvenes, de recuperar los entornos protectores como son los colegios y jardines infantiles, incluso, de liberar el tiempo de los adultos para que puedan incorporarse a la vida productiva y aportar a la reactivación económica. Hay sobradas razones para el retorno a las clases presenciales, muchos padres han entendido que es necesario y están decididos a enviar a sus hijos al colegio. Ahora el problema es el Gobierno que no garantiza esa posibilidad.

CÉSAR PICÓN

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