La respuesta local

César Picón

Después de casi un año de pandemia, nuevos confinamientos son la única respuesta que tienen nuestros gobernantes para enfrentar el pico de contagios. Desde el Gobierno Nacional recomiendan cerrar todo y Alcalde y Gobernador corren a acogerse sin considerar un ápice las consecuencias sociales y económicas.
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En Bogotá les interesa que bajen las cifras de contagiados y fallecidos, más no entienden que aquí la mayoría vive del rebusque y solo come si sale a trabajar, les importa poco que aquí miles de empresas estén quebrando (en especial del sector nocturno) generando unos efectos dramáticos sobre el desempleo, muy poco observan el agotamiento físico y emocional de tantas familias que encima de encerradas no tienen qué comer ni cómo cubrir sus obligaciones.

Entonces más allá de repetir como loros que se acogen a las medidas del Gobierno Nacional, se espera es que exista una respuesta local, consistente y coherente, que interprete y responda al sufrimiento de los ciudadanos, que inyecte los recursos suficientes para aliviar el hambre y evitar el colapso de la economía.

Hasta ahora solo ha sido silencio y encierro, vamos a la deriva, al vaivén de los contagios y las simplistas recomendaciones del Ministerio de Salud. ¿Si sabían que diciembre iba a propiciar un aumento dramático de los contagios que avizoraba un nuevo confinamiento, por qué no diseñaron un paquete de ayuda social para los más vulnerables? ¿Les importa cinco la quiebra de miles empresas que ante tan repentinos confinamientos ya no dan más? ¿y el sector nocturno, que se joda? ¿Están tranquilos con las cifras de desempleo? ¿Prepararon las Instituciones Educativas para que en este nuevo año los niños pudieran regresar a clases en modo de alternancia y así permitir que las madres puedan volver a activarse laboralmente? ¿Qué empleo de emergencia se ha generado? ¿Si el problema es la “irresponsabilidad de la gente”, qué trabajo comunitario se ha hecho para educar y motivar mejores comportamientos?

Que “Ibagué quede a paz y salvo con las obras”, como lo está repitiendo el Alcalde en medios locales y nacionales, no es lo más importante ahora y solo denota la preocupante desconexión del mandatario con el estado actual de las cosas y lo que esperan hoy en día los ciudadanos. Una cosa fue la campaña y los dos primeros meses que gobernaron, otra muy distinta la que impone el avance del virus y sus nefastas consecuencias.

Los números van a seguir subiendo hasta que aparezca la vacuna (por cierto, lejana), así que la respuesta local debe aparecer. Nuestros gobernantes locales tienen la obligación moral de ayudar a la población a sobrellevar estos tiempos de afugias, ser compasivos con el dolor ajeno, entender que sus prioridades deben cambiar en función de la realidad que vivimos.

Puya: ayer iban casi 24 millones de vacunados en todo el mundo. Argentina, Chile y México ya avanzan en su plan de vacunación. Mientras tanto nuestro Ministro de Salud no se compromete en fechas, apenas llegaran 1.7 millones de dosis en febrero, la pesadilla continuará quién sabe hasta cuando.

CESAR PICÓN

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