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Primero hacen rotar en la cárcel La Picota un escrito con un supuesto ofrecimiento de perdón total y olvido por parte del candidato Petro (por supuesto, falso). Luego invitan a la comisión intereclesial de justicia y paz a que visite algunos condenados por corrupción en la misma cárcel; el hermano de Petro hace años trabaja allí y asiste a dicho encuentro: cae en la trampa. De inmediato, fotografías de cámaras que estaban esperando la entrada y salida del hermano de Petro a la cárcel, sirven para hacer estallar el supuesto escándalo, eso sí, acompañadas de chats de presos y el exótico audio de un temido capo de La Guajira pidiendo votos para Petro. Toda esa obra de teatro minuciosamente montada para tratar de desprestigiar la campaña que puntea en las encuestas, fue ampliamente difundida por los medios afines al establecimiento, como para que todo el país quedara bien “enterado”. Desde la campaña de Fico Gutiérrez en el Tolima hicieron replica infame del montaje.
Pero la manipulación de masas no termina ahí. La semana pasada, RCN dedicó una amplia franja de su emisión principal de noticias a una larga crónica del execrable hecho cometido por las FARC hace 20 años cuando secuestraron y posteriormente asesinaron los diputados del Valle del Cauca. Testimonios y relatos recordaron los desgarradores momentos que vivieron los políticos y sus familias. El dolor revivió y por supuesto la indignación de todos quienes vimos la noticia. Dos décadas después, ese era el verdadero propósito, generar rabia para tratar de revivir algo de la “seguridad democrática” y de paso despertar el rechazo a todo el que hable de paz.
Vendrá una andanada de montajes, calumnias y entrampamientos para tratar de enlodar la campaña de Petro y Francia. Lamentablemente, estas últimas seis semanas de campaña no giraran alrededor de las propuestas e ideas de los candidatos, como debería ser, sino sobre el desprestigio y el miedo que puedan crear sobre la campaña de Petro. Saben que por encima de la mesa no tienen como ganarle, entonces harán uso de su experticia en manipulación y odio para desatar la peor campaña negra de la historia de Colombia.
Del uribismo y sus aliados eso es lo que se puede esperar. No obstante, la esperanza está puesta en una ciudadanía que ya no traga entero, que sin miedo a nada salió a las calles a rechazar las políticas abusivas del gobierno Duque y que el pasado 13 de marzo revirtió el resultado de la consulta presidencial de hace 4 años y puso al frente las posibilidades de cambio con una imponente votación por Gustavo Petro.
La burda y deshonesta campaña negra no podrá rebatir una verdadera propuesta de cambio para el país.
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