“Indignaos”

Este es el llamado que al final de su vida hace a los jóvenes Stéphane Frédéric Hessel, escritor alemán de 94 años, residenciado en Francia, pues, a su entender, “en los actuales tiempos todo buen ciudadano tiene la obligación de indignarse porque las cosas no van bien en el mundo al estar gobernado por unos poderes financieros que lo acaparan todo”.

Hessel, miembro de la Francia Libre en la Segunda Guerra Mundial, capturado y torturado por la Gestapo debido a su origen judío, y recluido en campos de concentración, fue uno de los redactores de la Declaración de los Derechos Humanos en 1948. Su libro Indignaos, es inspirador de las protestas de este año en España y Francia y de múltiples movimientos cívicos en diferentes países, debido, como razonadamente anota, a que “cuando algo nos indigna nos volvemos militantes fuertes y comprometidos”.

Hay momentos en la historia en los cuales -más allá de los instrumentos formales de las instituciones- aparece la oportunidad para que la sociedad civil se exprese y asuma, con voz propia, una convocatoria a construir destinos más justos. Sobretodo cuando se acumulan los problemas y las soluciones se diluyen en la ambigüedad de las medias tintas y en la vacilación para enfrentarlas, con la decisión que amerita su gravedad. Casi un memorial de agravios podría consolidarse nuevamente ante las ingentes  dificultades que acechan a la nación colombiana, y que, a pesar de las retóricas que encubren las recurrentes promesas de cambio, aún no se percibe la acción rotunda que ofrezca salida real.

Tal es, por ejemplo, la sensación que se ha destilado en el ambiente ciudadano a raíz del proceso electoral ayer concluido, cuando, desde los más altos niveles del Estado y de los partidos políticos, se ha palpado la impotencia para controlar los vicios de la politiquería, la presencia sospechosa de ríos de dinero en las campañas, la intromisión de intereses particulares agazapados detrás de las candidaturas, y tantas irregularidades que han disparado alarmas en diversas regiones, hasta insinuar un mapa casi desolador; un indicativo de que son muchas las cosas que se deben enderezar en este país.

Como dice Hessel: “Mirad alrededor de vosotros y encontrareis temas que justifiquen vuestra indignación”. Bien valdría la pena intentar precisar nuestro personal listado.   

Credito
Álvaro BELTRÁN PINZÓN

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