El pasado domingo Colombia demostró que cada vez hay más ciudadanos libres. Esto es motivo de entusiasmo y esperanza. Ahora es necesario traducir la emoción en acciones que hagan realidad los programas de gobierno, lo que empieza con un empalme exitoso. En dos meses los mandatarios electos asumen sus funciones, y para aprovecharlos al máximo se requiere estructura y método.
Basado en el artículo “Cómo liderar una transición de gobierno exitosa”, publicado por la firma McKinsey, y las guías del Gobierno Nacional sobre cierres exitosos, publicadas en el Portal Territorial de Colombia (PT), resalto cinco recomendaciones:
1) Conformar un equipo de transición con una cabeza definida y establecer una agenda y cronograma de reuniones con la administración saliente y actores claves del territorio. La base es el informe de gestión. En el PT se encuentran las guías y los formatos para dar cumplimiento a las formalidades legales.
2) Conocer la estructura organizacional de la entidad e identificar el personal idóneo. La calidad del recurso humano determinará el éxito de la administración. “Al final del día, se le apuesta a las personas, no a las iniciativas” (Bossidy).
3) Fortalecer la visión y traducir las promesas en el top 10 de metas por alcanzar. En las reuniones de empalme, es común caer en enfoques únicamente sectoriales o por fuente de financiación. Hay que romper silos y fortalecer una perspectiva territorial y poblacional para la construcción de los planes de desarrollo.
4) Identificar los principales riesgos y formular planes de mitigación. Según McKinsey, más de un tercio de las administraciones experimentan en su mandato por lo menos una crisis (desastre natural, terrorismo, etc.). Ante la ausencia de planes de prevención, pueden convertirse en “apaga incendios”.
5) Garantizar profesionalismo y transparencia. Ya se acabó la campaña y no hay que reinventarse la rueda. El respeto, la rigurosidad y el interés general deben primar. Hay que intentar reconciliar discrepancias, ser transparentes e informar a la ciudadanía.
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