A propósito de unas declaraciones

Columnista Invitado

Por estas épocas de virus y cuarentenas ha quedado tiempo de leer algunos tomos que reposaban en las bibliotecas.
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Uno de ellos, muy ilustrativo -por cierto- a pesar de su radicalismo, el Tratado de Sociología General de Wilfredo Federico Pareto el ingeniero, sociólogo, economista y filósofo en el que se explaya sobre el concepto de “ignorancia invencible”, que busca inspirar a algunos maestros y líderes a no insistir cuando se trata de casos perdidos o sectores sociales o políticos irredimibles.

El asunto viene a cuento por razón de una entrevista concedida a Caracol, con ocasión del reciente aniversario de la creación del Departamento del Tolima. El entrevistado fue presentado como el Maestro Jaiber Antonio Bermúdez, director de Cultura del departamento y se le indagó por el apelativo de Ciudad Musical de Ibagué y los orígenes del Bunde, el himno del Tolima. El personaje, que orgullosamente se presentó como Maestro de Música del Conservatorio del Tolima, se refirió al Bunde como uno de los íconos regionales (que lo es en grado sumo), para enseguida referirse a Alberto Castilla (el fundador del Conservatorio) como un “maestro español”.

Seguramente Bermúdez nunca indagó sobre Castilla en su paso por el Conservatorio, ni la razón por la que la Sala de Conciertos lleva el nombre del fundador de la institución. Si bien la historia no parece ser el fuerte del entrevistado es de esperar que sí haya podido acceder a las partituras de obras como la Misa de Réquiem, el Trisagio al Sagrado Corazón, a las innumerables marchas, pasillos, danzas, guabinas y valses como La Reliquia, Romanza de la Fuente, Barcarola, María Amalia, Beatriz, Picaleña, Vaivén, Rondinela, Talura y Chipalo; a más de numerosos villancicos que componía con ocasión de las navidades.

Seguramente su dedicación a disciplinas como la Gerencia Financiera y la Gerencia de Proyectos no le dejó tiempo al entrevistado de conocer sobre la vida de Castilla y sus ejecutorias, por lo que para evitar posteriores vergüenzas y desinformación es oportuno precisar que Alberto Castilla Buenaventura nació en Bogotá el 19 de abril de 1878 en el hogar de Clodomiro Castilla y Mercedes Buenaventura y tuvo como único hermano a Jorge.

Se ignora el origen de exabrupto del gentilicio español para Castilla, pues sus abuelos fueron Camilo Castilla Castilla y María de Jesús Baena Puerta, a su vez hijos de Joaquín Castilla de la Castilla y Galindo y Mariana Castilla y Gregorio Baena Puerta y Rosalía Muñoz Peña. Por cierto, Joaquín, nacido en Chaparral en 1780 se mudó a Medellín donde nacieron sus hijos y nietos, estos últimos en su totalidad regresaron y se afincaron en el Tolima.

Joaquín era hijo de Agustín Lope de la Castilla y Espejo nacido en 1746 que casó con Antonia Ignacia Galindo de Mendoza y Romana. Este a su vez hijo de Santiago Lope de la Castilla y García de Coz que casó con Josefa de Espejo y García de Haro y no aburro con más datos, aunque supongo que el primer español de este árbol fue el padre de Santiago, llamado Bartolomé Lope de la Castilla quien debió llegar a estas tierras a fines del siglo XVII.

Por cierto, el Maestro Bermúdez debe indagar por las publicaciones de Castilla en periódicos, revistas (Arte, entre ellas), libros y crónicas. También sobre su participación política en el departamento como en el Congreso; con eso cuando se pronuncie sobre asuntos del Tolima lo haga con propiedad y sin generar confusiones.

ANTONIO MELO SALAZAR

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