Votar con orgullo y dignidad

Columnista Invitado

Un proyecto político digno para Colombia debe ser lógico y sostenible en el tiempo. Debe ser concebido progresivamente, tras años de trabajo coherente y consistente. Debe construirse con la ciudadanía, genuinamente. Debe mostrarse humilde y sencillo, no como una panacea. Debe ser realista y a la vez inspirador. Debe tener en cuenta los valores propios y ajenos, pero sobre todo los valores nacionales. Debe ser innovador, tanto en lo coyuntural, como en la introducción gradual de cambios históricos; también debe ser sensato para reconocer lo que se deba conservar. Debe abordar de manera sistémica, no lineal, los asuntos de la agenda pública. Debe tener un equipo productivo y armónico, idealmente desde mucho antes de llegar al poder. Debe tener en cuenta la institucionalidad y los límites que esta establece. Debe ser consciente de que su poder surge de un mandato popular y someterse a todas las formas de control político y social.
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En 2016, tomé estos apuntes mientras cursaba mis estudios de Ciencia Política y Gobierno, en la Universidad del Rosario. Al año siguiente, conocí al profesor Sergio Fajardo, quien se postulaba a la Presidencia de Colombia por primera vez, luego de una excelente gestión como alcalde de Medellín y gobernador de Antioquia. Sin caer en idealizaciones, percibí en este candidato la personificación de un proyecto político dignificante para el país y me hice voluntaria de su campaña. Allí, me convencí del poder transformador de la educación en el destino de una persona y de una nación. Entre otras cosas, fue una experiencia que me llevó a participar en el programa de liderazgo educativo Enseña por Colombia y posteriormente a realizar una maestría en Educación; un proyecto político que nos inspira a superarnos, a ser mejores individuos, más allá de los resultados electorales, es un proyecto ganador.

Hoy, Sergio Fajardo nuevamente aspira a la Presidencia, y creo que pasará mucho tiempo antes de volver a tener la oportunidad de un mandatario de esta calidad. Además de su destacada gestión pública, Sergio Fajardo es doctor en matemáticas de la Universidad de Wisconsin, EE. UU., y ha sido profesor e investigador de la Universidad de los Andes, la Universidad Nacional y el Tec de Monterrey, México. Sergio Fajardo nos propone un país mejor, con el medio ambiente como eje transversal de progreso y la educación al servicio del desarrollo del país, especialmente del campo. Sergio Fajardo ha demostrado su capacidad de hacer política con principios éticos; tiene una mente lúcida y una personalidad sobria, que le permite no caer fácilmente en provocaciones y reconocer públicamente sus errores, cuando los ha cometido. Todo lo que un líder transformador debe ser y hacer.

Dentro de los proyectos de país que hoy nos ofrecen, el de Sergio Fajardo es el que nos mantendrá a salvo de extremos perversos, que amenazan con revivir los capítulos más oscuros de nuestra historia nacional, y nos dirigirá a nuevas páginas, llenas de la esperanza, la confianza y la decencia en que merece Colombia. En primera vuelta, les invito a votar por Sergio Fajardo; un voto con orgullo y dignidad, un voto sin rabia ni miedo, nunca será un voto perdido.



 

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Maria Paula Delgado

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