¿Para qué sirve un congresista?
«Depende de para qué lo quiera —contestó de inmediato el ilustre profesor Gregorio Montebell—, porque un congresista, sea senador o representante, puede presentar como balance de su trabajo haber ayudado a conseguir el préstamo de una motoniveladora para arreglar una carretera, y con eso convence a los votantes para que le reciban de nuevo el tamalito y voten por él para otra temporada de beneficios. Pero su tarea no es gestionar recursos ni préstamo de maquinaria; su tarea es proponer, debatir y crear leyes».