Caso Yair Klein y la cooperación del estado de Israel

Juan Manuel Galán

La impunidad ha sido causa de violencia en nuestra historia. Ahora, que estamos en proceso de transición hacia la paz que cuenta con el apoyo de la comunidad internacional, el Estado colombiano debe establecer mecanismos de colaboración binacionales dirigidos a erradicar la impunidad sobre crímenes de lesa humanidad, que permitan avanzar en esclarecer la verdad acerca de los hechos ocurridos en situaciones de guerra. Conocer la verdad sobre estos hechos será pieza clave para la reconstrucción del pasado no solo de las víctimas sino de toda la sociedad colombiana.

En esta búsqueda de la verdad, desde 2010, cuando se anunció la decisión del Tribunal Europeo de Derechos Humanos de rechazar la extradición del ciudadano israelí Yair Klein a Colombia, el Congreso levantó su voz de rechazo y una denuncia sobre la gravedad de esta decisión, que promovía la impunidad de los crímenes causados por grupos armados ilegales en Colombia, limitando los derechos a la verdad y a la justicia de las víctimas.

Vale recordar que el señor Klein, además de entrenar a los ejércitos del narcotráfico que se convirtieron luego en las llamadas autodefensas, impartió en este país cursos sobre tácticas que sirvieron para perpetrar atentados terroristas como el del avión de Avianca, las masacres políticas que terminaron con la Unión Patriótica y el asesinato de Luis Carlos Galán.

Hoy, más de cuatro años después, seguimos buscando esclarecer los delitos cometidos por el señor Klein. Por esa razón, esta semana el Congreso aprobó una proposición para que el Gobierno de Colombia eleve una solicitud formal al Gobierno de Israel, demandando su colaboración con nuestros órganos judiciales para que se permita a la Fiscalía General de la Nación tomar la declaración del señor Yair Klein, con el fin de conocer sus denuncias sobre el surgimiento paramilitar en Colombia, sus conexiones con altos funcionarios, la financiación de entrenamientos militares y el suministro de armas y elementos para estos entrenamientos.

Estos mecanismos de colaboración binacionales permitirán el reconocimiento de las máximas responsabilidades en la ejecución de magnicidios y crímenes de lesa humanidad que causaron un daño profundo a la sociedad colombiana y serán aporte importante para garantizar la no repetición de una de las épocas más dolorosas, sangrientas y tristes que tuvimos que vivir millones de colombianos.

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