Política y paramilitarismo en el Tolima

Más pronto que tarde se conocerá la primera sentencia contra paramilitares que perpetraron masacres y desplazamientos en el Tolima.

Pronto sería este año, tarde no más allá de junio del año entrante. Ya pasó la etapa procesal dolorosa, -hace una semana en el “búnker de la Fiscalía de Ibagué- donde muchas de las victimas escucharon a los victimarios narrar desgarradoras escenas de violencia y muerte cometidas contra sus seres queridos, por parte de los integrantes del tenebroso Bloque Tolima de las Autodefensas Unidas de Colombia.

Ese fallo será de especial trascendencia para el Tolima. No sólo dentro del marco penal (de la verdad), sino también, como medio de investigación social (de la memoria histórica) que permita conocer, o al menos tratar de entender varios acontecimientos de significativa relevancia económica, social, cultural y política de nuestro más cercano entorno regional. 

Los testimonios obrantes en esos procesos, nos ponen los pelos de punta por lo inhumano y cruel en varios de sus relatos. Pero también nos envían otros mensajes. Uno de ellos, se refiere a la cobertura paramilitar en la región. Los testimonios de los integrantes del grupo paramilitar narran hechos ocurridos en San Antonio, Planadas, Rioblanco, Ataco, Valle de San Juan, Rovira, Piedras, Guamo, Saldaña y nada más ni nada menos: en Ibagué. 

Para no hablar de Honda, Mariquita, Fresno y otras poblaciones del Norte donde imperaba como amo y señor el capo de capos Ramón Isaza, que acaba de ser declarado responsable en 324 casos de lesa humanidad. O sea, el Tolima estaba invadido de paramilitarismo por todos los costados geográficos.

¿Qué consecuencias trajo esa invasión paramilitar al Tolima?. Ahí está el detalle, como diría un famoso humorista mexicano. Interesante sería conocer el grado de penetración en la tenencia de la tierra, o en otros términos, la adquisición de tierras a través de testaferros, que arrebató el paramilitarismo en el Tolima. 

En otras regiones, sobre todo en Córdoba y Antioquia se ha comprobado que detrás de los desplazados marchaban los terratenientes aliados del paramilitarismo comprando o apropiándose a la fuerza de los predios abandonados.  

¿En el Tolima, permanecen algunas hectáreas en manos de testaferros?. ¿Dónde están ubicadas?.

Ahora bien, si lo anterior fue en lo rural, ¿qué ocurrió en lo urbano?. ¿Se movieron capitales en el comercio de inmuebles, penetraron el comercio?. Todavía esos bienes y capitales están en manos de testaferros?. Interesante conocer detalles. ¡Ah!, y otra pregunta: ¿Influyeron los paramilitares en la política electoral del Tolima?. Bueno, ese tema ya es un poco más peligroso… y actual. ¡Que miedo!

Credito
CAMILO A. GONZÁLEZ PACHECO

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