Con la mirada en Chile

Indira Orfa Tatiana Rojas Oviedo

El próximo domingo, los chilenos deberán votar el plebiscito en el que se pregunta si rechaza o aprueba la propuesta de una nueva Constitución que reemplace la vigente, desde 1980 en el gobierno de Pinochet.
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Nos interesa saber el resultado de este plebiscito, porque hay coincidencias con el ambiente político que vivimos en  Colombia.

Chile ejerce liderazgo  en varios aspectos en el ámbito Latinoamericano, uno de los países más desarrollados a nivel  educativo, después de Cuba y Argentina, con promedio  de escolaridad que se calcula en  12.85, frente al  de Colombia con un  9.74 y, se espera que la formación educativa previa de los votantes, sea  acertada para la mayoría de sus habitantes.

Con  la intención de calmar la  polarización política originada por la propuesta de nueva Constitución, se llegó a un acuerdo entre la coalición gobernante y la coalición opositora, con el ánimo de atenuar discrepancias en torno al contenido de la nueva constitución.

Se trata de un acuerdo alrededor de  cinco cambios que se harían a la nueva Constitución en caso de que gane la aprobación, lo cual es poco probable si se cumplen los resultados de las encuestas según las cuales el rechazo equivale al 51 por ciento.

Los cinco puntos de este acuerdo, identifican los asuntos de mayor controversia.

 Uno es el tema de la plurinacionalidad, entre pueblos indígenas (que equivalen a un 12 por ciento de la población); la autoridad indígena que en Chile se mencionan como pueblos originarios (en Colombia es el poder y autoridad que tienen los resguardos);  y el mayor poder que tendrían las entidades territoriales. Temas muy similares de discusión política en Colombia, en este momento.

Un segundo punto es el de los derechos sociales con relación a la salud y la educación, principalmente. La discrepancia entre el sistema de oferta privada y la estatal.

El tercer tema es la seguridad y la propuesta de “estado de excepción constitucional” que plantea la nueva constitución, en cuanto a poderes extraordinarios que tendría el ejecutivo para restringir los derechos de las personas. En Colombia, se recuerda, se tiene miedo al estado de sitio.

El cuarto punto del acuerdo se refiere al sistema político, al equilibrio entre los poderes del legislativo, el del gobierno central o presidencial y el de las entidades territoriales.

El quinto punto se relaciona con el poder judicial y particularmente lo relacionado con las atribuciones a los pueblos indígenas o “pueblos originarios”, que limitan el derecho a la propiedad  y a favor de la mujer.

¿Cuáles serán las similitudes con el régimen político de Colombia, en el gobierno del nuevo presidente Gustavo Petro?

Lo conoceremos después del resultado del plebiscito del próximo domingo en Chile y de las reformas  propuestas en Colombia a través de la reforma tributaria, de la paz total, reforma a la justicia, a la ley 30 de educación superior, al régimen pensional, a la justicia , la reforma laboral y otras que están en curso. Ya veremos.

 

Indira Orfa Tatiana Rojas Oviedo

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