Contra las cuerdas

Jaime Eduardo Reyes

El Dane comprobó con cifras y datos lo duro que le ha pegado la pandemia Covid-19 a las familias ibaguereñas, no solamente en los temas del mercado laboral sino además en otros aspectos sociales.
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Alarma los altos porcentajes de personas que se sienten solas y deprimidas, también preocupa que más de 23 mil mujeres hayan perdido sus empleos, porque en muchos casos son jefes de hogar o porque podrían ser sujeto de maltrato y discriminación de parte de sus parejas al no aportar económicamente, y se evidencia un gran problema social con que de cada cien jóvenes 58 estén desempleados.

La pandemia incrementó el desempleo en la ciudad de Ibagué de 15,4% en abril-junio de 2019 a 37,6% para el mismo trimestre de 2020, es decir se duplicó el número de personas desempleadas.

Los indicadores del mercado laboral para el segundo trimestre de 2020 muestran que de cada cien personas en edad de trabajar -mayores de 12 años- 54,3 están económicamente activas; de cada cien personas que integran la fuerza laboral -económicamente activa- 37,6 están buscando trabajo, y; de cada cien personas en edad de trabajar, 33,9 están ocupadas ya sea porque trabajó por lo menos una hora remunerada en la semana de referencia, los que no trabajaron la semana de referencia pero tenían un trabajo, trabajadores sin remuneración que laboraron en la semana de referencia por lo menos 1 hora.

Las posiciones ocupacionales con mayor participación durante el trimestre fueron trabajador por cuenta propia y obrero, empleado particular. Estas dos posiciones concentran más del 85% de la población ocupada, sin embargo presentaron disminuciones superiores al 20% respecto a 2019. Patrones o empleadores presentaron una disminución superior al 33% mostrando la debilidad del emprendimiento en la ciudad.

Las principales dificultades relacionadas con la pandemia Covid-19 que tuvieron los ibaguereños ocupados durante este trimestre fue la reducción de la actividad económica y de ingresos en un 44%, por lo que no han podido realizar pagos de facturas y deudas, se sienten solos, estresados, preocupados y deprimidos, y con problemas para conseguir alimentos o productos de limpieza.

Los ibaguereños desocupados -desempleo abierto y oculto- se vieron muy afectados ya que un 51% tuvieron estas dificultades y problemas de manera más grave.

La pandemia afectó significativamente la desocupación en jóvenes de educación media con una variación porcentual superior del 43%, en jóvenes de educación técnica profesional y tecnológica del 10% y de educación universitaria superior al 8%, es decir, los jóvenes de bachillerato fueron los más afectados explicando el incremento del desempleo juvenil en la ciudad.

La población desocupada cesante según la posición ocupacional más afectada fue la del comercio, reparación de vehículos y alojamientos, y servicios de comidas con variaciones superiores al 20%, y según posición ocupacional los empleados particulares fueron los más afectados seguidos de trabajadores por cuenta propia, indicando la urgencia de respaldar estas actividades, y de diseñar programas de apoyo para este tipo de trabajadores.

 

JAIME EDUARDO REYES

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