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En lo personal creo que nuestra realidad no permite como en el pasado establecer escenarios tendenciales de largo plazo. Proponer visiones de largo plazo en medio de los altos niveles de incertidumbre es realmente complicado, lo único que puede superar dichas incertidumbres es promover mayores niveles de confianza.
Por eso, no hay duda que el desafío político más importante para el año entrante es recuperar y generar confianza entre todos.
La confianza se construye de arriba hacia abajo, y de abajo hacia arriba, entre los distintos niveles de gobierno, los gobernantes departamentales y el presidente Petro necesitan construir confianza entre ellos. Para lograrlo el presidente debe superar su posición política partidista y asumir su posición como jefe de estado, brindando espacios de acercamiento con los gobernantes locales electos.
La confianza se construye de manera bidireccional, si se quiere de manera multidireccional, entre los diferentes actores de la sociedad; el gobierno, la comunidad, el sector privado y empresarial.
A nivel nacional las recientes reuniones del presidente Petro con los empresarios más poderosos del país es un paso en la construcción de confianza entre ellos. Esperamos los colombianos que el acuerdo que está planteando el presidente con los empresarios esté realmente lleno de buena voluntad y enmarcado en el modelo de economía social de mercado definido en la constitución política de Colombia.
En nuestro departamento, un acertado paso para generar confianza es el mensaje positivo enviado por parte de la Gobernadora electa Adriana Magaly Matiz con la designación de miembros de los sectores empresariales, gremiales y académicos en los comités de empalme o de transición de gobierno. Otro paso deberá ser la formulación del plan departamental de desarrollo. Un valioso insumo para dicha formulación podría ser el Informe Nacional de Competitividad 2022-2023 realizado por el Consejo Privado de Competitividad.
El informe nacional de competitividad presentado este mes indica que “las relaciones de confianza entre ciudadanos, Estado y empresas favorecen una senda de crecimiento inclusivo al fomentar la inversión, la capacidad emprendedora y la innovación. Esto señala la importancia de la confianza como factor clave de la productividad y, por ende, del crecimiento económico y bienestar de los ciudadanos”.
El arrollador triunfo de Adriana Magaly puede entenderse como un gran activo de confianza que le dieron los tolimenses como gobernadora del departamento, ella tiene un camino llano y despejado para concretar esa confianza. La promoción de la transparencia y la reducción de los riesgos de corrupción de su gobierno será fundamental para la construcción de confianza en el Gobierno.
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