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Por ahora, los anuncios escuchados en los discursos de posesión de los alcaldes y alcaldesas se traducen en los propósitos de servir a sus comunidades, solucionando los tradicionales problemas, y prometiendo los cambios que se necesitan en sus respectivos municipios. Las notas periodísticas se han encargado de reseñar los más relevantes.
El ordenamiento territorial, la economía local, la seguridad, los servicios esenciales como la salud y la educación, la movilidad, entre otros, hacen parte de aquellos temas sobre los que se tendrá que trabajar. Herramientas como el catastro multipropósito, las finanzas públicas, MIPG, aparecen en el listado de aquellas capacidades que deben fortalecerse en la gestión local.
Ahora bien, un tema del que muy poco se habla es la necesidad que tiene el Tolima de crear un entorno social basado en un conjunto de valores democráticos que no solamente le de esperanza a las nuevas generaciones, sino que además construya una nueva relación entre lo público y lo privado.
Tal vez el valor más importante es la confianza, entre gobernantes y comunidad, entre dirigentes públicos y sector privado, entre comunidad y sector privado. Sin confianza será muy difícil avanzar hacia las transformaciones y cambios que se necesitan en el Tolima.
Para que haya confianza se requiere luchar contra la corrupción, no tolerarla, ni siquiera en sus “justas proporciones”. La corrupción es el mayor problema que vive el Estado, es generadora de pobreza, desigualdad, de desesperanza. La transparencia es el valor que deben impulsar los gobernantes para combatir la corrupción.
La tolerancia es otro valor que es fundamental para crear entornos más democráticos. Tolerar no es sinónimo de dejar pasar las cosas, por el contrario, es la oportunidad de corregir aquellas cosas que no están bien y potenciar aquellas que están bien. Tolerar la diferencia y al contrario es el primer paso para tener un sociedad más incluyente y participativa.
Estos valores y muchos otros más como la participación, la libertad, y la solidaridad soportan a la democracia, ella es el valor por excelencia.
Finalmente, como quiera que ya pasaron las elecciones y los candidatos se volvieron gobernantes, la evaluación que tenemos que hacer como sociedad civil es sobre sus actuaciones de gobierno, no sólo las de gestión pública sino la de lideres de una sociedad. El mensaje para los gobernantes es que a partir de hoy son los responsables del progreso o atraso de sus municipios, que el tiempo con el que cuentan es muy corto, cuando se den cuenta su periodo se estará agotando, al igual que las esperanzas de los ciudadanos.
Felicitaciones a todos los gobernantes que hoy inician su servicio y el mayor de los éxitos posible.
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