¡Vaya Socialista!

Rodrigo López Oviedo

Todo parece indicar que quienes confiábamos en la supuesta ideología socialista de nuestro hoy Alcalde debemos vivir preparados para las sorpresas que en sentido contrario nos deparará su administración. Lo que hoy le observamos es un concepto neoliberal del manejo del Municipio que, de concretarse, dejaría a este con la nómina como única manifestación de lo público.

Lo último que se le ocurrió fue reclamar al Hospital San Francisco y a la USI por estar arrojando 600 millones de pesos mensuales en pérdidas, y advertir que si esa tendencia continúa “habría que entrar a liquidar el San Francisco”.

Se trata de una nueva salida en falso, pues lo que nos ha venido enseñando la vida es que detrás de toda liquidación de un servicio público aparece el capital privado dispuesto a copar el espacio abandonado por el Estado.

Consecuente con su idea de rentabilidad, valdría la pena que el doctor Jaramillo informara a la ciudadanía cuánto espera que le produzcan los centros educativos y de salud que en campaña se comprometió a abrir o reabrir, porque lo que creímos sus electores es que los servicios que allí se prestarían serían gratuitos.

Y también, cuál es el cálculo de los dividendos que le producirá su anunciado programa de medicina preventiva domiciliaria, ante el cual lo que esperábamos, además del mejoramiento del servicio de salud, era su abaratamiento, tanto para el paciente como para el Municipio.

Todas estas fueron promesas de campaña que le permitieron al hoy Alcalde hacerse con tan preciada corona. En las malas nos vemos ahora al descubrir que estaban acompañadas del cálculo mercantil respectivo, en lugar de la gratuidad que todos suponíamos que tendrían, dado el supuesto criterio socialista que el candidato decía tener.

No quiero ni imaginar siquiera lo que pasaría en Cuba con un profesional de la salud, como es nuestro Alcalde, que se atreviera a manifestar alguna preocupación siquiera por la gratuidad de todo el sistema, y a sugerir su cobro. Como mínimo se le obligaría a volver al A, B, C de las ideas socialistas, que es a donde nuestro mandatario necesita ir para que no las confunda con sus posiciones neoliberales.

A la ciudadanía que lo coronó como Alcalde le corresponde poner ojo avizor sobre sus realizaciones, no vaya a ser que tengamos que sufrir una más entre las tantas frustraciones de que hemos sido testigos y que se han originado en el sentimiento antipopular de nuestra indolente oligarquía. Si bien le agradecemos a este funcionario lo que viene haciendo por la consulta contra la minería contaminante, no podemos cerrar los ojos ante estas nuevas salidas que nos obligan a decir: ¡Vaya socialista!

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