Hecatombes en la prosperidad

Rodrigo López Oviedo

Una de las características de los extintos estados socialistas de la Europa oriental fue el alto grado de satisfacción prodigado a las necesidades de sus pueblos. Por su efecto ejemplarizante, en este aspecto se encarnó uno de los mayores temores de las burguesías del mundo, pues podía servir, como en efecto sirvió, para animar las luchas de su propio movimiento obrero por la conquista de las justas reivindicaciones que por aquel entonces levantaban como bandera.

Sin embargo, el socialismo colapsó en aquellos países. ¿Por qué? ¿Cuáles fueron las razones para que estos pueblos dejaran desplomarse sus Estados, que de manera tan efectiva les garantizaban una vida de bienestar?

Pese a que casi todos los numerosos estudios dedicados a hallar respuesta a estos interrogantes coinciden en buena parte de sus conclusiones, nos atrevemos a dar una respuesta más, aunque corriendo el riesgo de que alguno o algunos de los investigadores respectivos ya la hayan formulado.

Esta respuesta va en contravía de lo planteado por Maslow, quien firmó una tesis conocida como la pirámide de Maslow, que goza de amplio reconocimiento en el mundo, según la cual la satisfacción de las necesidades inferiores son prerrequisito para que el hombre se plantee necesidades más elevadas.

Trayéndola al campo de la política, de esa tesis podríamos colegir que lo que seguiría a la satisfacción de las necesidades básicas de un pueblo sería la formulación de otra necesidad más elevada, la de defender el orden social del que tantos beneficios ha recibido y buscar su paso a otra etapa superior de progreso. En el caso del socialismo, sería la de superar tal etapa de desarrollo y pasar a lo que los soviéticos denominaron “Estado de todo el pueblo”, como prerrequisitos para franquear la entrada a un nuevo tipo de sociedad, la comunista, en la cual el hombre estuviera totalmente libre de preocupaciones políticas, pues ya ni Estado habría, mucho menos fronteras entre los países; un nuevo tipo de sociedad en la que los beneficios del creciente nivel de desarrollo tecnológico no se quedaran en manos privadas, sino que se tradujeran en la reducción de la jornada de trabajo y en mayor disponibilidad de tiempo para el disfrute de actividades familiares, de recreación, cultura, deporte, ciencia y demás entretenimientos que se le ocurrieran en respuesta a la agrandada creatividad que es susceptible de alcanzarse en un ambiente como el que tal tipo de sociedad propiciaría.

¿Qué causó, entonces la hecatombe socialista y qué es lo que está causando la falta de respaldo de parte de los venezolanos a la Revolución Bolivariana? Aspiramos a dar la respuesta más adecuada en un próximo comentario.

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