Dos eventos tuvieron ocurrencia este pasado fin de semana en las instalaciones de la Universidad del Tolima.
El primero fue el foro Voces de las víctimas: participación y justicia restaurativa, el cual fue promovido por la Jurisdicción Especial para la Paz, con su presidenta, la magistrada Patricia Linares a la cabeza, y la Procuraduría General de la Nación.
Este evento, que además contó con un descollante grupo de figuras del mundo jurídico, puso de relieve algunos aspectos inherentes al sistema de justicia transicional, entre los cuales merecieron especial atención el papel que pueden jugar las víctimas como elemento central de este sistema, la verdad como garantía de que no haya impunidad, especialmente en el caso de los crímenes de lesa humanidad y una cumplida justicia con arreglo a propósitos restaurativos.
Digna de resaltar es la afirmación de la magistrada Linares de que ha resultado más difícil allanar el camino hacia la paz que haber logrado que Estado y guerrilla se hubieran puesto de acuerdo.
Lo que salta de bulto, sin que ella lo haya dicho expresamente, es la alusión a las trapisondas que ha sufrido la implementación y puesta en marcha de los acuerdos, de lo cual el ejemplo más reciente es el de las objeciones de Duque a la ley estatutaria de la JEP.
En la alocución del representante de Martín Santiago, coordinador Residente de Naciones Unidas en Colombia, éste destacó que el proceso de diálogos ha sido “fuente de inspiración para la ONU, como también lo fue el cese del conflicto armado y la creación de la JEP”.
Esto nos hace pensar en el ridículo que ante la comunidad internacional nos está haciendo pasar Uribe y su séquito de extrema derecha con la pretensión de “hacer trizas” los acuerdos que dieron lugar a esa fuente de inspiración, que deberían ser también fuente de orgullo para los colombianos.
El segundo evento fue el lanzamiento público del comité Tolima, Solidaridad internacional, con el cual sus integrantes buscan promover la solidaridad con los pueblos que hoy enfrentan las políticas de Washington. Según lo expresado por el orador central, el académico Víctor Matiz, este organismo está llamado a cumplir la importante tarea de contribuir a cerrarle el paso a la pretensión del imperio norteamericano de hacer que vuelvan por los fueros de la sumisión aquellos países que, como la república hermana de Venezuela, han resuelto recuperar su soberanía, sin la cual es imposible atender el querer de las grandes mayorías.
Dados sus objetivos, al desarrollo y fortalecimiento de Tolima, Solidaridad Internacional debe contribuir todo el pensamiento democrático de la ciudad. A eso deberíamos contribuir todos los demócratas.
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