Según el artículo 20 de nuestra Constitución Política, los colombianos tenemos garantizada la libertad de expresar y difundir nuestro pensamiento y opiniones, la de informar y recibir información veraz e imparcial y la de fundar medios masivos de comunicación.
No sé cuántas personas le quepan a la Plaza de Bolívar de Bogotá y tampoco cuántas veces habrá sido colmada; lo que sí creo es que han debido ser muy pocas, y ninguna comparable con la masividad y el entusiasmo del pasado 23 de abril.
Una de las grandes lecciones que la izquierda en Colombia le debe aprender a la derecha es que la unidad sí es posible. La derecha ha logrado unirse cada vez que las coyunturas históricas se lo han demandado.
El país asistió con gran alegría al retorno de los últimos integrantes de la fuerza pública que se hallaban en poder de las Farc. No valieron las advertencias del Gobierno para que el hecho no se convirtiera en un show mediático.
En pasado comentario nos referíamos a la Marcha Patriótica por la Segunda Independencia y decíamos que ella es “una gran coalición de organizaciones sociales