El “San Bonifacio de las Lanzas”: por un mejor Tolima

Manuel José Álvarez Didyme

El orgullo que produce el registro de los éxitos regionales, hace perder la visión del conjunto de factores que incidieron en su obtención, tal como puede estarle ocurriendo a quienes hoy, al ver una vez más al colegio San Bonifacio de las Lanzas calificado como el primer plantel educativo del Tolima y uno de los mejores de Colombia, -38 ente 14.400 planteles, calendarios A y B entre públicos y privados del escalafón de las pruebas Saber 11, e integrante de la Selección Colombia ganadora del Mundial de Robótica Junior WRO-Alemania 2022 y escogido para participar en Expo Ciencias Internacional 2023 en Mazatlán, México-, tienden a olvidar a aquellos que hicieron posible tal resultado.
PUBLICIDAD

A los promotores y fundadores del proyecto educativo bautizado con el nombre original de la ciudad, que sin afán de lucro y con generoso empeño, lo concibieron y pusieron a andar. Con la certeza que Ibagué y el Departamento lo estaban demandando como contribución a la formación de una clase dirigente acorde con el desarrollo regional deseado.

E igual a los planificadores, que sentaron las bases conceptuales y diseñaron, como siguen haciéndolo, un proyecto exitoso como pocos en el medio, así como a los padres que creyeron en él, en aquellos primeros momentos y que sin reserva determinaron llevar a sus hijos al plantel, como aval a un esfuerzo y meritorio acto de fe en algo que apenas iniciaba; a sus directivos, que con pulso firme y sorteando las muchas dificultades del camino, lo han rectorado con buen propósito y animados por el afán del mejoramiento en busca de una excelsa calidad; a sus dedicados, entusiastas y comprometidos docentes, sin que las carencias o escollos de la diaria labor les hayan limitado su esfuerzo o reducido su vocación, y al personal de apoyo administrativo y logístico, sin omitir a ninguno de ellos, que cumpliendo con su deber, han dado su concurso al grupo.

Y nos haríamos interminables, si en la cadena enlazáramos a los demás miembros de la comunidad, para significar con ello que en la cotidiana lucha nunca se está solo, pues todos soportan los buenos logros y con el apoyo que otros brindan se contribuye a sostener y apuntalar el éxito, que los demás esperan y merecen. Educación de primera y un claro aporte del sector privado para la obtención de la verdadera paz y una mejor patria para todos.

 

MANUEL JOSÈ ALVAREZ DIDYME-DÔME

Comentarios