Locura con la codicia, el poder y la gloria

María Yolanda Jaramillo G.

“Rememorar el pasado, es el acto social del presente, hecho por los hombres del presente y que afecta al sistema del presente”, Immanuel Wallerstein.
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El próximo 14 de octubre, la ciudad de Ibagué cumple  más de  cuatro siglos de su fundación, acontecimiento destacado en la historia del Tolima. La historia es un campo de conocimiento, que se construye para el estudio de las sociedades en el tiempo. Hoy en día es innegable reconocer, a los historiadores que en la década de los años  80  y  90, empezaron a debatir su validez, y la significación que comporta cada uno de los acontecimientos, lo cual se conoció como la “Nueva Historia”, que aún, no ha sido explorada de manera suficiente. Ahora el Ministerio de Educación Nacional, ley 1874  del 2017, tiene la responsabilidad de concretar las reformas curriculares necesarias, para la incursión responsable de la historia, en el pensum académico.

Hoy rememoramos el pasado con la fundación de Ibagué, que propuso la Real Audiencia, cuando comisionó al capitán Andrés López de Galarza, para fundar entre Popayán y Santa Fe, una ciudad que sirviera de enlace entre ellas, que constituían la vía directa que comunicaba con Perú. La expedición se inicia a mediados de julio de 1550; desde este momento, la historia queda en manos de los Cronistas de Indias, como testigos de primera  mano, de lo acontecido en la época; empezando por Fray Pedro de Aguado (franciscano) el más antiguo, autor de la obra “Recopilación Historial” la terminó en 1572, él se basó en los manuscritos perdidos del Padre Medrano; consultó el archivo de la Real Audiencia, y tenía permanente comunicación con los conquistadores del Nuevo Reino de Granada. Fray Pedro Aguado confirma que la Real Audiencia dio al capitán Galarza el 2  de Julio de 1550 la conducta para la conquista y población del Valle de las Lanzas; y que habiéndose puesto en marcha, encontró cierta meseta  en donde alzábase un poblado de indios, que regía el Cacique Ibagué, sitio adecuado para poblar, lo llamaron “Ibagué del Valle de las Lanzas” un 14 de octubre de 1550. Igualmente, el cronista Fray Pedro Simón confirma la fecha de fundación, es autor de “Noticias Historiales de las conquistas de tierra firme” trabajo que inició en 1604, terminó en 1627, este cronista estuvo por las tierras de Ibagué, consultó los libros del cabildo, se refiere a los Alcaldes elegidos, y registra el traslado de Ibagué el 7 de febrero de 1551, buscando un clima más adecuado, como lo exigía el maíz, como consumo básico de mantenimiento de aquellas tierras. Juan Rodríguez Freile, autor del “Carnero” inició la obra en 1636, el cronista confirma la fecha de fundación, cuenta poco sobre Ibagué.

Fernández de Piedrahita narra las luchas con los caciques Titamo y Cuicuyma, y el ataque de los Pijaos sobre la recién fundada Ibagué; según el cronista muchas victorias ganadas por los invasores, se debió al terror del indígena al escuchar el relincho de los caballos, ante lo cual corrían despavoridos.

El tiempo de la conquista fue conocido en Europa por el testimonio de los cronistas en el siglo  XVI y XVII, con la connotación “de leyenda negra”, varios historiadores hoy la llaman “el espacio de la muerte”.

Hay que volver a la historia oculta

Sometida a análisis y reflexiones

Que nos sitúa

En sabios pensamientos de progreso

Y en lecciones que no fracasen

Y con mirada de esperanza,

Veamos el resurgir de una patria más justa y en paz.

 

MARÍA YOLANDA JARAMILLO

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