La crisis del Catatumbo

El centralismo ha fracasado. Corrijo: los centralistas han fracasado. Al fin y al cabo, el centralismo es sólo un modelo de gobierno, y los modelos no naufragan, los que lo hacen son los encargados de aplicarlo.

El centralismo ha fracasado. Corrijo: los centralistas han fracasado. Al fin y al cabo, el centralismo es sólo un modelo de gobierno, y los modelos no naufragan, los que lo hacen son los encargados de aplicarlo. Francia es un país centralista, pero funciona, de manera que el problema es cómo se aplica el centralismo aquí, con una mentalidad colonial, es decir, en donde la periferia es vasalla del centro. El problema de fondo, pienso yo, es que quienes dirigen a Colombia lo hacen como si ésta fuese una finca, una finca inmensa que ni siquiera conocen totalmente.

A la dirigencia ‘nacional’ le ha quedado grande el territorio patrio. Ha tenido una confusión entre lo que es Colombia y lo que es Bogotá. Piensa que es lo mismo, y que el resto del país funciona con las mismas lógicas y dinámicas. Si a quienes han ocupado carteras ministeriales y departamentos de planeación les hicieran un examen de geografía les aseguro que muchos de ellos se rajarían. No conocen Colombia. Esta es una de las razones por las cuales desde nuestro nacimiento a la vida republicana hemos venido perdiendo territorio. Alguna gente no lo sabe, pero cada día lo perdemos frente a Perú y Brasil, porque tenemos abandonada, casi totalmente, la periferia. Ignoramos su rica diversidad y creemos que se puede manejar desde Bogotá.

La crisis que vive el Catatumbo refleja esto. Olvido del poder central, desconocimiento de su realidad económica, política y cultural. La cuenca del Catatumbo (Norte de Santander) tiene una extensión de 16.626 Km², y en ella hay 33 municipios y 1.184.548 habitantes. Si la comparáramos con algunos países importantes diríamos que es sólo un poco más pequeña que todo Israel (20.700 km²) y casi 7 veces Luxemburgo (2.323 km²). Pero además, que desde el punto de vista de la biodiversidad es mucho más rica que ambos. Pruebas al canto. Cuenta con 114 especies de mamíferos, como el oso de anteojos, el venado soche, la guagua, el zorro perruno, la danta; 53 de aves, entre las que se cuentan el tucán, las cotorras, el papagayo, el caracara negro y los colibríes. 17 variedades de lagartos; 47 de serpientes, una de ellas nueva para la ciencia; 6 de tortugas; una de cocodrilo; 19 de anfibios y 77 de peces; es, tristemente, el último remanente de bosque húmedo tropical en el nororiente. Abundan árboles de muchas familias y géneros adornados por orquídeas, bromelias, bejucos y musgos. Pero en Bogotá, tal es la tragedia, no conocen ni su geografía ni su biodiversidad, y mucho menos su demografía. Creen que el problema es que la región está controlada por guerrillas y bandas criminales. Lo de siempre.

Lanzan una acusación que estigmatiza, y ni se dan cuenta de que al hacerlo se auto incriminan. La culpa es de un poder central al que le ha quedado grande el territorio y la diversidad del país. Decir que la crisis del Catatumbo es por las Farc o el ELN es ignorancia, incompetencia o cinismo. Va a ser que son las tres cosas a la vez. Si las guerrillas tuvieran capacidad para movilizar la cantidad de gente que se ha movilizado (y enfrentado a la fuerza pública) en la región, hace rato habría ganado la guerra. El problema no es ese. El problema es que, como en casi todas las regiones y subregiones de Colombia, el estado central ha fallado estruendosamente en la construcción de una sociedad justa e incluyente, en donde impere el estado social de derecho. Y esto no se resuelve enviando a la Policía a que le de palo a la población. Ese es el problema real.  Lo demás son pretextos. Declaraciones de manual para mantener engañada la gente. Por favor, no más de lo mismo. Veremos si el vicepresidente Garzón puede sacar adelante el asunto.

Credito
GUILLERMO PÉREZ FLÓREZ

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