Respaldar a Santos

Los opositores a las negociaciones de paz en La Habana se están quedando sin argumentos y ahora quieren hacer ruido por cualquier cosa, lo cual solo tiene una explicación: angustia política, tratan de protagonizar una huida hacia adelante.

Pero el país no puede caer en trampas caza bobos, y siempre que las críticas al proceso tengan motivaciones politiqueras y mezquinas, la respuesta que deberíamos dar quienes respaldamos el proceso es reiterar ese apoyo.

El alboroto político que han armado el uribismo y el Procurador General de la Nación (¿son los mismos?) por los viajes del jefe de las Farc, Rodrigo Londoño (Timochenko) a Cuba carece de fundamento. Quieren confundir al país y atemorizarlo. Sin dudas, es una exageración verbal del senador Uribe decir que “Santos le entrega Colombia a las Farc”. Por favor. Estos viajes son absolutamente normales, y más aún, necesarios.

El proceso demanda una coordinación interna de las Farc, que es lo único que puede garantizarnos que la desmovilización militar de la guerrilla es exitosa y que ésta no se fragmentará. Si se quiere evitar nuevas violencias en el futuro se necesita facilitar la tarea de comunicación interna. Y está claro que no se puede hacer ni por teléfono ni por correo electrónico porque estas conversaciones se interceptan con el único propósito de sabotear la negociación. No hay que buscarle más explicaciones ni interpretaciones a estos viajes. Y si la oposición tuviese altura de miras y grandeza política lo que tendría que hacer es agradecer a los gobiernos de Cuba y Venezuela que nos estén ayudando a salir de este oscuro laberinto de violencia y sangre en que estamos metidos desde hace 60 años.

El senador Uribe, el procurador Ordóñez y el ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón, armaron una tormenta en un vaso de agua. Creo que el ministro está exagerando su papel de cancerbero del Gobierno frente al uribismo. Su misión de encarnar la oposición dentro del gobierno para cerrarle espacio a la oposición al gobierno puede confundir a la opinión pública y pasarle cuenta de cobro tanto al Gobierno como al ministro. Ya no hay espacio para la duda. El Gobierno entero debe jugársela por el proceso de paz y liderar una amplia coalición nacional de apoyo al mismo.

Algunas veces los colombianos somos exageradamente parroquiales. ¿Saben ustedes, en los tiempos de la transición en España, quiénes le ayudaron a entrar al país de manera clandestina a “Isidoro”, el alias de Felipe González, que vivía exiliado en Francia? Nada más que los servicios secretos del franquismo. ¿Y adivinen con el apoyo y la coordinación de quién? Sí. De la CIA. Así que los viajes de Timochenko no tienen nada de extraño ni de irregulares. Son una muestra de que el proceso sigue avanzando. Lo único que indican es que se comienza a ver luz al final de túnel. Para mí constituyen una magnífica noticia, y por ello hay que respaldar a Santos. Es claro que la publicación de las actas de las negociaciones dejó al uribismo sin cartas en la mano.

Credito
GUILLERMO PÉREZ FLÓREZ

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