Cuándo será del Tolima

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El fútbol es, probablemente, el deporte que más gente mueve en todo el mundo. Millones de personas viven la pasión del fútbol, casi como una religión. Si Carlos Marx resucitara, quizá ya no diría que la religión es el opio del pueblo, sino que lo es el fútbol. ¿Cuántos aficionados tiene este deporte en todo el planeta? Difícil saberlo, pero con seguridad varios miles de millones.

Pero este deporte, además de mover multitudes (como ya lo dije), mueve millones de millones de dólares y euros. Si por cada boleta que se vendiera para un partido de fútbol o por cada televidente que lo viera, se pagare medio dólar ($1.000 colombianos), habría dinero más que suficiente para erradicar el hambre en el Orbe. El fútbol, además, sirve para dar cauce de expresión a rivalidades nuevas y viejas entre ciudades y entre colectivos humanos. De alguna manera es un sustituto a los impulsos violentos de los seres humanos (una manera de resolver rivalidades sin derramar sangre), y de dar gusto a las bajas pasiones, como ocurría con circo romano.

Los equipos de fútbol y los jugadores se están convirtiendo, además, en signos de identidad de los pueblos. Barcelona no sería Barcelona sin el “Barza”. Para los catalanes este equipo es tan importante como su bandera o su propia lengua. Es tanta la influencia que tiene el equipo catalán sobre la sociedad que los políticos han logrado que tome partido por la causa separatista que existe en Cataluña, como si fuese un actor político o social. El club azul y grana es un motivo de vida para miles de personas. ¿Qué tan bueno es esto? No lo sé. Pero sí sé que de alguna manera, es un factor que contribuye incluso a cohesionar a los pueblos, como quizá ningún otro deporte. Colombia es un caso paradigmático. James Rodríguez y el resto de muchachos de la Selección han hecho más por la unidad del pueblo que los partidos políticos, tradicionales y no tradicionales. Y esto sí que es importante.

El Deportes Tolima acaba de ganar la Copa Postobón y el pueblo tolimense seguramente está de plácemes. Y aunque se debe agradecer a quienes han mantenido vivo el equipo, ya por pasión ya por negocio, lo ideal sería que éste perteneciera a los tolimenses todos, y a sus instituciones.

Tal cosa tendría un efecto transformador en la sociedad regional significativo, pues ésta tiene entre el inventario de carencias el bajo grado de asociación, que en cambio muestran otras regiones. Somos un pueblo en donde cada quién va a lo suyo, y al cual le cuesta trabajo juntarse. Si el Deportes Tolima volviera a ser de los tolimenses, esto tendría un efecto pedagógico muy importante, enseñaría que para hacer cosas grandes es necesario asociarse, aliarse, en especial ahora que vivimos en un mundo que trabaja en redes. Es por esto que me atrevo a plantear la pregunta. No tengo nada contra el senador Camargo, pero sería ideal que el equipo pasara a manos de los tolimenses. Personalmente, estaría dispuesto a comprar mi acción o mi abonado. Por qué no.

Credito
GUILLERMO PÉREZ FLÓREZ

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