La nueva España

Guillermo Pérez Flórez

Quien no hace los goles…los ve hacer. Esta podría ser la conclusión tras observar la movida protagonizada por el nuevo actor de la política española, Podemos: una agrupación que surgió tras la histórica movilización de los ‘indignados’ en mayo de 2011.

Su líder, Pablo Iglesias, escenificó el pasado viernes un acto de prestidigitación que amenaza con cambiar el rumbo político y abrir un nuevo tiempo. Le ha ofrecido al Secretario General del PSOE, Pedro Sánchez, conformar gobierno a partir de una coalición entre las dos organizaciones, más Izquierda Unida, con Sánchez en la presidencia, Iglesias en la vicepresidencia y un reparto de ministerios según la proporcionalidad electoral. Con este acto, frena en seco las posibilidades del Partido Popular y de su líder, Mariano Rajoy, de gobernar; le marca los tiempos y las condiciones del acuerdo al PSOE, y deja a la vera del camino a Albert Rivera, el líder del también floreciente partido, Ciudadanos, quien aspiraba a mediar entre el PSOE y el PP para conformar una ‘gran coalición’, a la alemana. Lo cual esta vez no será.

El pasado 20 de diciembre, el mapa electoral cambió. Dejó de ser bipartidista y pasó a ser un escenario abierto a cuatro, cinco… o incluso a nueve. Un mapa que refleja la pluralidad política, con un Congreso de los Diputados en el que cualquier voto cuenta. Se abre así una época nueva, cuyas principales señas de identidad serán el diálogo y el pacto. Adiós a las mayorías absolutas del PSOE y del PP. Adiós a los gobiernos monocolor. Adiós a las riñas cosméticas entre azules y rojos, mientras los problemas reales de los españoles, principalmente el desempleo y la corrupción, se agravan. Una nueva generación se apresta a dar un paso al frente. ¿Está preparada para hacerlo? No lo sé. ¿Será capaz de hacer un buen gobierno? Tampoco lo sé. Lo que sí sé es que el tiempo de la arrogancia y el autismo político pasó y que el país tendrá que aprender a dialogar y a pactar, que es la esencia de la política, más en un sistema parlamentario como el español.

A España le esperan días de tensión, incertidumbre y sorpresas. Es posible que no haya gobierno pronto y se tengan que repetir las elecciones. Sin duda, habrá cambios en el PP, y también en el PSOE si la coalición no cuaja. Podemos ha dado una lección de cuán importante es tener iniciativa. Jugar con las ‘blancas’. Para combatirle habrá que echar mano de un argumento más sugestivo que el solo decir que son la vertiente española del chavismo.

La inteligencia de los españoles demanda algo más. Es previsible que los líderes de Podemos cometan errores, dada su inexperiencia, y que estos se puedan capitalizar. Pero lo más importante es construir una alternativa que ilusione a la sociedad española. Abandonar el inmovilismo con miras a construir una sociedad más igualitaria, dentro de un marco económicamente liberal (que no neoliberal), políticamente plural y con énfasis en lo social.

España es un gran país. Su diversidad cultural y su pluralidad política son sus principales activos. Tengo la certeza de que saldrá adelante. Ya hay una nueva España.

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