Foro “Posconflicto: Las regiones y la paz”

En el marco de este foro convocado por el alcalde de la capital tolimense, el pasado lunes se dieron cita en Ibagué importantes personalidades de la vida política del país, para hablar de un asunto muy de moda por estos días, el posconflicto.

Horacio Serpa, Iván Cepeda y Antonio Navarro, acompañados de los gobernantes locales y el recién designado Ministro de Justicia, dejaron claro con sus intervenciones, la visión que se tiene desde las regiones para enfrentar no solo un eventual posconflicto, sino también el descontento generalizado que actualmente se vive en Colombia, y que se sintió en el auditorio con una ensordecedora rechifla cuando se preguntó por la reelección del presidente Santos. 

Autonomía regional, reforma agraria y reforma tributaria para asegurar recursos adecuados para la inversión social, en resumen, fueron los tres ingredientes de la receta que plantearon auténticos representantes de las regiones, como el Gobernador del Tolima, el Alcalde de Ibagué, y los dos exgobernadores de Santander y Nariño.

La primera ya había sido reclamada por el mandatario de los tolimenses en diferentes escenarios, y fue ampliamente reforzada por los panelistas. La centralización de los fondos de regalías que obliga prácticamente a mendigar los recursos. El modelo para otorgar títulos y licencias dentro de una política extractivista, que desconoce la soberanía de los pueblos sobre su territorio, y, la forma desigual como el Gobierno nacional distribuye recursos hacia las regiones más prósperas en detrimento de las más pobres, son elementos que realmente desesperan a muchos gobernantes, quienes por falta de recursos y autonomía, muchas veces no pueden dar solución a tantos problemas que aquejan los territorios.

El abandono de la Colombia Rural, no solo de este gobierno sino de muchos anteriores, ha sometido a las familias campesinas a los más bajos niveles de pobreza, desigualdad, y, a una compleja insatisfacción de necesidades básicas.

Esto quedó demostrado en las últimas semanas, en las que se vio que “el tal paro agrario” sí existió, y que seguramente seguirá amenazante, mientras en Colombia no se decida impulsar una reforma agraria profunda, que conduzca a reducir la desigualdad entre lo urbano y lo rural.

El tercer ingrediente resulta imperioso para pagar el pasivo social que históricamente se le adeuda a los más pobres de Colombia, y que ante un escenario de posconflicto, va a requerir un mayor financiamiento para atender a los miles de desmovilizados. Aunque los panelistas del foro, plantearon como alternativa de financiación el ahorro que se logre cuando baje la intensidad de la guerra, también fueron enfáticos en reclamar una reforma tributaria, que grabe con nuevos impuestos a los dueños de los grandes capitales del país, y no a la clase media como es costumbre.

Lo más importante dentro de lo expuesto en el foro, fue notar una especial sintonía de sus protagonistas frente a las reformas urgentes que está reclamando el país para avanzar en términos de desarrollo y prosperidad. A pesar que el gobierno nacional, con sus actos pareciera ir totalmente en contravía de lo expuesto, por lo menos hay una señal de esperanza, que sale de la afinidad en las visiones de estos personajes, que ciertamente pueden llegar a ser influyentes en la toma de decisiones a nivel nacional.

Credito
CESAR PICÓN

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