Al compararse estas elecciones con las de hace cuatro años, las cifras electorales entregadas por la Registraduría permiten concluir que en esta elección hubo más electores, bajó la abstención, el voto en blanco no ganó terreno, los votos nulos no fueron significativos y el mandato popular dado al gobernador electo es irrefutable e histórico, por lo que, de quererlo, Luis Carlos Delgado Peñón podrá diseñar un gobierno popular sin ataduras políticas partidistas.

El potencial electoral para las elecciones de 2011 aumentó en relación con las elecciones de 2007 en un 8.2 por ciento, los votantes aumentaron en un 2.67 por ciento, los votos no marcados disminuyeron con relación a las elecciones pasadas en un 4.57 por ciento, aumentándose así los votos válidos en un 4.3 por ciento.

Al aumentar el potencial electoral y el porcentaje de votantes lo lógico es que la votación por candidatos también aumentará y efectivamente los votos por candidatos aumentaron en un 4.3 por ciento, mayoritariamente por Delgado.

Es evidente que en las elecciones del 30 de octubre no solamente votaron quienes por primera vez lo podían hacer, sino que también lo hicieron algunos ciudadanos que estando habilitados no lo habían hecho antes, o lo habían hecho en blanco, o no habían marcado los tarjetones.

El aumento de los votos en blanco fue de sólo un 1.5 por ciento, con una diferencia de un poco más de seis mil votos entre 2007 y 2011, los cuales no son significativos al contextualizarlos con el aumento del potencial electoral. Se puede concluir que la gente prefirió marcar las diferentes opciones presentes en el tarjetón. Por otra parte, los votos nulos no tuvieron un peso significativo en la elección, como quiera que sólo fueron el 2.4 por ciento de la votación, inclusive su peso relativo es menor que el de hace cuatro años.

El candidato ganador, Luis Carlos Delgado, avalado por el Partido Liberal, quien ya se había presentado en las elecciones pasadas, obtuvo un 49.22 por ciento del total de los votos válidos, superando su anterior votación en un 21.1 por ciento del total, y además logró sacarle una ventaja de 14 por ciento al candidato que le siguió. Esta diferencia, de por sí bastante alta, lo llena de una gran legitimidad electoral, pero también de una alta responsabilidad política, por lo que podrá diseñar sin presiones su equipo de gobierno.

Al comparar los resultados del Gobernador electo con los resultados de la lista a la Asamblea Liberal, se encuentra que la diferencia es de más de 145 mil votos, lo que indica que efectivamente candidatos a la Asamblea de otros partidos lo acompañaron y que, además, obtuvo un voto popular que superó el trabajo de las organizaciones políticas, lo que ofrece a Delgado una gran libertad para conformar la coalición de gobierno, en el marco de la Ley de Partidos, con aquellos diputados que lo acompañaron.