De las cuatro jornadas realizadas en los dos campus universitarios se encuentran elementos comunes de la participación del Tolima en el proceso constituyente de principios de los noventa.

El más relevante y el cual siempre estuvo presente en todas las charlas fue la participación de Alfonso Palacio Rudas; en criterio de todos, el mejor constituyente de la Asamblea Nacional.

Un calificativo común de parte de los conferencistas para la Constituyente de principios de los noventa fue el de “Amplia y democrática”, gracias a que en ella confluyeron representantes de las distintas tendencias políticas legales e ilegales de esa época.

Además, afirmaron que la constitución política del 91 ha sido la única constitución colombiana debatida y aprobada por representantes democráticamente elegidos para tal fin, lo que la hace realmente legitima y obliga a los ciudadanos a estar atentos de no permitir que se retroceda en la búsqueda del Estado social de derecho.

El evento de clausura se llevó a cabo en el campus de la universidad de Ibagué y fue presidida por el rector de la UT Jesús Ramón Rivera.

Un panel con invitados especiales fue el mecanismo acordado por la organización del evento para terminar la jornada y en este participaron dos ex constituyentes, Rosemberg Pabón y Antonio Navarro.

Este último, fue presidente de la Asamblea Nacional Constituyente conjuntamente con Horacio Serpa y Álvaro Gómez.

Como panelistas estuvieron acompañados por el vicerrector académico de la UT Héctor Villarraga y el Magistrado Tolimense y profesor de la Universidad de Ibagué Ricardo Bastidas.

Las opiniones de los ex constituyentes AD-M19 en la universidad de Ibagué fueron impactantes para la gran mayoría de los estudiantes presentes en el auditorio, al fin y al cabo muchos de ellos no habían nacido para esos años.

Por un lado escuchar que Pabón, uno de los panelistas invitados, quien en la década de los ochenta se había tomado a la fuerza y militarmente una embajada y hoy era asesor del presidente Santos, había trabajado con Uribe en su gobierno y había sido elegido alcalde de Yumbo, mostraba los resultados de las posibilidades democráticas que la constitución les otorga a quienes habían participado de la guerra.  

Por otro, saber que Navarro, hoy gobernador, ex ministro y ex congresista, había copresidido la Asamblea Nacional Constituyente con uno de sus antiguos secuestrados y escucharlo personalmente sobre como fue el mecanismo para designar los presidentes, mostró el espíritu de paz y reconciliación que embargaba a la nación por esos días.

De las cuatro jornadas se puede concluir que la constitución política de Colombia es garantía de derechos y de democracia y que como resultado de un proceso que buscaba la paz sigue siendo garantía para tal fin, debido a que está diseñada para evitar los excesos de quienes acceden al poder político.