Elección popular

En este principio, lo fundamental es que quienes participan del gobierno se tomen su trabajo en serio, que lo hagan bien, que demuestren su capacidad, preparación y seriedad.

Cumplida la jornada electoral en España fue elegido Presidente del Gobierno español Mariano Rajoy, a nombre del Partido Popular Español. Su mayor reto es sacar al país de la mayor crisis económica desde la transición en medio de un contexto europeo en el que la autonomía nacional es débil ante los acuerdos de la unión de países del viejo continente, en donde no importa las tendencias políticas de los gobiernos de turno y en donde se requerirá de tiempo para ver resultados concretos. A diferencia de Italia y Grecia, el cambio de gobierno se da democráticamente y en el marco de elecciones.

Así pues, en este caso como en otros tantos la política pasa por la economía, inclusive, algunos consideran que los resultados de esta elección puede ser un punto de inflexión para la economía española.


La tarea para los populares es la de llevar a España a un crecimiento mayor, a generar empleo y disminuir el déficit.


Para salir de la crisis económica, el nuevo gobierno será fuerte políticamente, ya que poseerá la mayoría en el Parlamento español, por lo que no tendrá que negociar con ninguna otra fuerza política las reformas que de manera inmediata exige España; un programa de ajuste y reformas estructurales que le permita recuperar la competitividad y, así, volver al crecimiento.


Sin embargo, Rajoy como candidato advirtió, en su campaña, que las soluciones no se darían de la noche a la mañana y que hoy lunes no se amanecería  “con todo en orden por arte de magia”, dando a entender que los resultados se alcanzaran en el mediano plazo. Para lograr esto es importante definir principios y valores rectores de gobierno.


La campaña popular estableció un principio que ilustra el talante que muy seguramente tendrá el Gobierno en el propósito de alcanzar las metas propuestas: el valor de la responsabilidad democrática.


Dicho principio se basa en la necesidad que tiene un país de tener buenos gobernantes elegidos por ciudadanos que den la talla y cumplan sus compromisos. En otras palabras, se necesita que tanto los gobernantes como los ciudadanos asuman sus responsabilidades. Así pues, el sufragio es un acto de compromiso ciudadano y no de desprendimiento de responsabilidades de este hacia el elegido.


Otro principio definido por los Populares es el valor de la confianza.

En este principio, lo fundamental es que quienes participan del gobierno se tomen su trabajo en serio, que lo hagan bien, que demuestren su capacidad, preparación y seriedad. La confianza al asumirse como principio permite que tanto la sociedad como la gente respondan a las estrategias y proyectos de solución a la crisis. Confianza en las instituciones, en las reglas de juego, en políticas que sean orientadas por un gobierno previsible y creíble.

De la otra orilla y, particularmente, del Presidente Zapatero, es valioso resaltar el principio que a su juicio ha orientado su gobierno, el Respeto Democrático. Respeto por la crítica, por la protesta, por la opinión diferente.

Credito
JAIME EDUARDO REYES

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