Ese día, en medio de tantos anuncios, no hubo mucho eco de parte de los medios de comunicación ni de los líderes al respecto.

El concepto de valorización se basa en que al ejecutar una obra pública los predios aledaños a ella obtienen un beneficio denominado valorización del predio. La contribución de valorización de cada predio se calcula en proporción al beneficio recibido.

Para definir la contribución se tiene en cuenta el grado de beneficio, el estrato, el área del predio, los pisos o densidad donde está el predio, el nivel geoeconómico, y las formas de pago son de contado y a plazos.

La valorización es utilizada en ciudades como Bogotá con el fin de mejorar la movilidad, el espacio público y la competitividad de la ciudad. Allí la meta desde el 2005 y hasta el 2015 es construir 137 obras de interés público por un valor aproximado de 2.1 billones de pesos.

En Medellín la contribución de valorización es un mecanismo usado desde 1938 y ha permitido construir más del 80 por ciento del sistema arterial de la malla vial de esta ciudad.

Hace pocos días se levantó una década de pico y placa en Manizales, gracias a las obras de valorización, allí, 70 mil ciudadanos aportaron los 50 mil millones de pesos necesarios para construir el paquete de vías.

En Ibagué muchas de las avenidas se construyeron mediante este mecanismo e inclusive había un instituto municipal encargado del tema.

La semana pasada, el Alcalde retomó el tema y una vez más mencionó la posibilidad de utilizar la valorización en Ibagué. En esta ocasión obtuvo toda la atención.

Los distintos espacios periodísticos de opinión y noticieros abrieron sus micrófonos para escuchar las opiniones de los ibaguereños y la mayoría de estas fueron para oponerse a la propuesta, siendo la pobreza y el desempleo los argumentos más comunes de los entrevistados.

Un sondeo realizado por EL NUEVO DÍA indica que un 27 por ciento de las personas que han votado virtualmente apoya la valorización para Ibagué y un 73 por ciento la rechaza.

Particularmente creo que son los bajos ingresos y la falta de confianza en lo público las causas de rechazo a la valorización. La falta de empleo calificado y los gastos por consumo e impuestos en Ibagué es una de las mayores limitantes que tienen los ciudadanos para contribuir, pero es a mi juicio la falta de confianza en lo público lo que genera mayor resistencia.

La inversión por valorización crea un círculo virtuoso que genera empleo y mayores ingresos por lo que el debate se reduce a la confianza. Si el Alcalde quiere sacar adelante esta iniciativa tendrá que trabajar incansablemente en crear sentimientos de confianza de parte de los ibaguereños hacia los resultados de su gestión mediante la transparencia de los actos de su gobierno.