La noticia del recorte del presupuesto de Colciencias para 2015, durante la convención científica colombiana, prendió las alarmas en el país. El anuncio de la exdirectora Marcela Arias de que para 2015 la inversión sería de $289.000 millones, es decir $125.000 millones menos de lo asignado para 2014, recordó a los investigadores y científicos la debilidad que siempre ha tenido este sector y, de paso, evidenció una vez más lo lejos que está Colombia de concretar una estrategia real para hacer de la ciencia, la tecnología e innovación una idea fuerza para el desarrollo.

Pareciera que aquella locomotora de la innovación, que planteaba que los recursos de Colciencias serían multiplicados por cuatro, quedo atrás.

Para quienes conocen de la mecánica de aprobación del Presupuesto, la respuesta dada por el ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, de que el presupuesto asignado era un indicativo y que había que ir al Congreso a buscar un incremento, es un chiste. En un primer periodo legislativo en donde están en juego dignidades, representaciones burocráticas y muchas otras cosas más, lo que menos van a demandar los senadores y representantes es plata para Colciencias, y si comenzando el periodo de gobierno el mensaje que se envía desde el Ministerio es la necesidad del recorte para atender otros sectores, pues ese es el encargo que los congresistas van a asumir.

La gran duda que surge con respecto a este tema tiene que ver con la veracidad del anuncio del incremento del presupuesto nacional para el año entrante, o por lo menos su destinación.

Hace unos días, el gobierno, en cabeza del propio Ministro de Hacienda, planteó un crecimiento del 11.7 por ciento del presupuesto general para 2015, aforado en 167 billones de pesos sin contar con el servicio de la deuda, de los cuales se estableció un monto para el funcionamiento del Estado por 120,1 billones de pesos y 46,2 billones para inversión.

El anuncio hecho tras el aval del Conpes era de que los dos sectores que más recursos recibirán serían Educación y Defensa. El primero, con un incremento de 26,9 a 28,4 billones de pesos, mientras que el segundo se sostendría en 27,7 billones de pesos. Y con respecto a ciencia y tecnología, el presupuesto para este sector pasaría de 378 a 379 mil millones en el próximo año.

Así las cosas, el mensaje enviado por el Gobierno hacia la comunidad científica no es el mejor, e inclusive se torna desesperanzador al despedir a la directora por anunciar dicha situación.

Para un departamento como el nuestro, en donde en el último informe sobre competitividad elaborado por la Cepal para el rango 2012 - 2013 se muestra al Tolima como colero con un gran rezago en el campo de la ciencia y la tecnología, la noticia debiera invitar a propios y extraños del sector a pronunciarse, ya que la demanda del Tolima requiere no solo de los recursos del sistema de regalías sino que, además, necesita presupuestos aprobados por Colciencias para la formación de doctores y el impulso a decenas de proyectos.