A propósito de la segunda vuelta

Hugo Rincón González

Caído el telón de la segunda vuelta presidencial y luego del triunfo de Iván Duque con más de 10 millones de votos, quedan flotando en el aire algunas reflexiones que vale la pena tener en cuenta hacia el futuro, no solo a nivel nacional sino también a nivel regional:

1. Colombia votó en paz, mostrando las bondades del acuerdo entre el Gobierno colombiano y las Farc. Se acabó la zozobra y hubo tranquilidad para los electores que tuvieron la oportunidad de sufragar sin presiones ni miedos.

2. Por primera vez un candidato de centro-izquierda llega a la segunda vuelta y obtiene una votación de más de ocho millones, constituyéndose esta cifra en la más alta de toda la historia de esta tendencia política.

3. Gustavo Petro será el jefe de la oposición al aceptar ir al Senado junto con Angela María Robledo a la Cámara de Representantes. Un aspecto importante es que la coalición que tuvo los 8 millones de votos escogerá candidatos a alcaldías y gobernaciones en la mayoría de las regiones del país.

4. Fracasaron estruendosamente los impulsores del voto en blanco que apenas llegaron a un poco más de 800 mil votos, a pesar de que lo promovieron como un voto dizque de protesta. Pierden con esta opción Fajardo, Robledo, De La Calle, los hermanos Galán, Juan Fernando Cristo y otros generadores de opinión.

5. Nunca se había visto una gavilla tan oprobiosa contra un candidato como se la hicieron a Gustavo Petro. La clase política corrupta tradicional, los grandes medios de comunicación, muchas iglesias, los latifundistas, los banqueros, entre otros, todos se unieron ante la posibilidad de que una fuerza que representaba las nuevas ciudadanías pudiera derrotarlos.

6. Como en el plebiscito por la paz, Duque se impuso en toda la zona andina, los llanos, la zona oriental y en algunas regiones de la costa, mientras que la Colombia Humana triunfó en las grandes ciudades como Bogotá, Barranquilla y Cali, lo mismo que toda la zona pacífica y parte de la costa.

7. Se mantuvo una buena participación electoral con más de 19,5 millones de votos. El abstencionismo disminuyó y ni siquiera el mundial de fútbol hizo que la gente no se movilizara en el día de las votaciones.

8. La pregunta intrigante es si Duque será efectivamente como dicen algunos analistas, un títere de Uribe o un traidor. En las primeras de cambio pareciera que va a ser lo primero, pues ya empezó a bloquear el desarrollo normativo de la JEP, algo que le interesa mucho al expresidente y un trino de Alicia Arango, su gerente de campaña, ya anticipa que el presidente tiene un jefe político que es Álvaro Uribe.

9. En el Tolima, el triunfo de Duque es inobjetable. En cada uno de los 47 municipios ganó sin discusión, lo que pone de presente que el Centro Democrático muy seguramente tendrá en las elecciones regionales aspirantes a todas las alcaldías, sino también a la gobernación. Sin embargo, una cosa es la elección presidencial y otra cosa las elecciones locales y regionales. En estas saldrán nuevamente los partidos tradicionales y las fuerzas políticas invisibilizadas de la elección que acaba de pasar.

10. En el departamento los más de 174 mil votos de Gustavo Petro, hace pensar que la centro-izquierda en una coalición puede jugar un papel fundamental en la elección de gobernador y en varias alcaldías. Tendrán con seguridad muchos aspirantes a concejos y asamblea departamental, con posibilidades reales de ser elegidos.

11. Colombia es un país electorero, no acaba de pasar la contienda presidencial, cuando ya asoman las orejas los aspirantes a los cargos locales y regionales, en esa no la pasamos.

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