Luego de una enorme tensión entre el gobierno y los diferentes partidos pero especialmente los de oposición, se aprobó en primer debate el Plan Nacional de Desarrollo PND. No debemos olvidar que la contradicción congreso-gobierno estuvo a punto de que este último lo aprobara por decreto, al no poder hacer en muchos momentos el quórum necesario para que avanzara en su discusión.
En el trámite subsiguiente pasará a segundo debate, con base en el informe rendido en el primero. Se discutirá en sesión plenaria en Cámara y Senado en un término improrrogable de 45 días. En todo este proceso que falta aún se espera que antes del 7 de mayo el PND esté aprobado finalmente.
En medio de este convulsionado panorama, la pregunta fundamental es ¿Cómo va la paz en este PND? Varios congresistas han llamado la atención en que la paz está ausente en este Plan Nacional de Desarrollo que debería tener un capítulo especifico referido a la implementación de los acuerdos.
Aquí vuelve a ser relevante la distancia entre los anuncios reiterados hechos por el presidente Duque en varios escenarios internacionales en Europa y Naciones Unidas, acerca de su voluntad de no hacer trizas esos “malditos papeles de los acuerdos de paz” como señaló con vehemencia un ex-ministro del gobierno Uribe, de ingrata recordación y, los hechos concretos que se presentan en Colombia como actos de gobierno, especialmente los referidos a los cambios del lenguaje frente a la paz y su propuesta de Plan Nacional de Desarrollo que hace caso omiso al compromiso establecido en que los siguientes planes deberían tener un capítulo específico y unos recursos concretos para la implementación de los acuerdos.
Hay que reiterar que sin un capítulo concreto en el Plan, referido a la implementación de los acuerdos de paz, la misma estaría ausente puesto que lo que no quede ahora no tendrá espacio posible para realizarse durante los siguientes cuatro años, especialmente si para ello se requieren recursos del presupuesto.
El PND que ahora se discute tiene unas particularidades respecto a los otros planes de desarrollo aprobados anteriormente. Hay varias consideraciones que obligan al presidente Duque a tener este capítulo específico referido a la implementación de los acuerdos, entre ellas se debe destacar:
El Acto Legislativo 01 de 2016 señala que: “El Gobierno Nacional durante los próximos veinte años incluirá en el Plan Plurianual de Inversiones del PND, un componente específico para la paz”.
El Acuerdo de Paz estableció la obligación de formular un Plan Marco de Implementación PMI a diez años, y que durante los próximos dos gobiernos posteriores a la firma del acuerdo, habría en el respectivo Plan Nacional de Desarrollo un capítulo referido a la implementación.
Se definió además el Conpes 3932 que plantea los contenidos y la metodología de la implementación por quince años y lo respectivo al capítulo específico de la misma en el PND.
El Acto Legislativo 02 de 2017 que menciona que las instituciones y autoridades del Estado tienen la obligación de cumplir de buena fe con lo establecido en el Acuerdo Final.
Estas consideraciones sin embargo no fueron tenidas en cuenta en el PND y la implementación se ve cruzada por la incertidumbre, el pesimismo. El gobierno avanza en la práctica de desconocer los acuerdos, por ello muchos actores en la sociedad hablan de perfidia, generándose las condiciones para que nos alejemos de una posibilidad real de avanzar en la reconciliación, la convivencia y la paz entre los colombianos.
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