Reflexión postelectoral

Hugo Rincón González

Lo bueno de las elecciones es que se acaban las larguísimas y mortificantes campañas electorales que llenan de propaganda el más pequeño resquicio de espacio público. Terminan las reuniones, manifestaciones políticas y la tradicional compra de votos por dinero o por ulteriores favores.

Unos celebran alborozados el triunfo de sus candidatos, mientras que otros se retiran tristes a sus aposentos a rumiar la amargura de la derrota, esperando que en la próxima contienda tengan mejor suerte.

Los resultados electorales permiten hacer varias reflexiones sobre el nuevo mapa político que son necesarias pensando en lo que viene:

1. Se amplía y consolida el poder político del barretismo al obtener los premios gordos de la contienda: gobernación y alcaldía de Ibagué. Sin duda este movimiento político se ha consolidado y se muestra con una gran fortaleza.

2. Al Centro Democrático le fue mal en estas elecciones pues ni su candidato a la alcaldía de Ibagué, ni a la gobernación del Tolima pudieron salir airosos. Solamente se puede rescatar que alcanzaron dos curules a la asamblea del departamento.

3. A falta de gobernación, Rosmery Martínez aceptó ser parte de la asamblea departamental. Veremos su trabajo y su capacidad para sacar adelante sus propuestas en este escenario.

4. Lamentable que el comprometido y serio trabajo que se hizo en la ciudad de Ibagué por mejorarla no tuviera una continuidad. El estrepitoso resultado electoral del candidato afecto a la administración municipal prueba que la gran equivocación fue sin duda la escogencia de la persona llamada a continuar con esta obra. La propuesta de Ibagué con todo el corazón queda en veremos pues es bastante improbable que el nuevo alcalde continúe con iniciativas como la agrópolis, los parques biosaludables y el trabajo por el mejoramiento del sector rural, entre otros.

5. El liberalismo sigue en barrena. La pérdida de alcaldías, escaños en la asamblea departamental y en el concejo de Ibagué son hechos contundentes. El otrora liberal departamento del Tolima se ha conservatizado y esto seguramente traerá un proceso de profundas reflexiones y cambios al interior de esta colectividad. A los electos diputados y concejales, les queda el enorme desafío de repensar y reposicionar el partido de Manuel Murillo Toro y Jorge Eliécer Gaitán.

6. El ambientalismo ganó espacio político con un escaño en la Asamblea Departamental a través de Renzo García, reconocido líder promotor de las diferentes marchas carnaval, además del señor alcalde del municipio de Cajamarca quien jugó un papel importante en el impulso de la consulta popular contra La Colosa. Bienvenidos estos aires frescos en la política regional.

7. No se puede soslayar el protagonismo que en estas elecciones tuvo el voto en blanco. Según información de la registraduría, éste creció un 118% en Ibagué y un 49% en el Tolima comparado con las cifras del 2015. Este fenómeno se podría configurar en una alternativa interesante, cuando la ciudadanía no reconozca propuestas ni candidatos que los convenzan, además como mecanismo de rechazo a toda la corrupción, clientelismo y politiquería que caracterizan los procesos electorales.

8. Interesante que en el sur del departamento se haya elegido alcaldes como el de Planadas que tiene una clara postura a favor de los acuerdos de paz y una comprensión cabal de lo que significa reivindicar los Programas de Desarrollo con Enfoque Territorial Pdet. Se podría interpretar como un espaldarazo de los pobladores de este municipio a la construcción de una paz estable y duradera.

9. Un elemento que se debe destacar es que en el Tolima se votó en paz. Las épocas donde la zozobra y el miedo por la presencia del conflicto armado quedaron atrás. Este clima de tranquilidad hay que trabajar por conservarlo y deberá ser una de las prioridades del nuevo gobernador, garantizar que lo avanzado no retroceda y por el contrario se consolide.

10. El partido Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común Farc, por primera vez participó en una elección local y regional. Definitivamente es mejor tener a sus excombatientes haciendo política sin armas. Sus resultados precarios los debe poner a reflexionar de cómo hacer la política en la civilidad. Si un excombatiente se hizo elegir en Turbaco-Bolívar, seguramente en la región en el futuro podrían hacer un mejor papel electoral.

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