El Tolima y su competitividad

Indira Orfa Tatiana Rojas Oviedo

Los datos sobre competitividad departamental correspondientes al año 2017, construidos por el Consejo Privado de Competitividad y la Universidad del Rosario, permiten comparar los resultados de indicadores sobre 94 variables, tres factores y 10 pilares, entre 26 de los 32 departamentos.

¿En qué pilares se avanza y en cuáles se retrocede en los dos últimos años? La tendencia general es hacia una evolución creciente, pero leve en la mayoría de los indicadores y en algunos casos con caídas como las de eficiencia de los mercados, seis puestos por debajo del año 2016. Esto es clara muestra de que falta innovación en la creación de empresas que aporten valor agregado a los productos; que no hay suficiente facilidad para la creación de las mismas y que hay problemas de formalidad laboral.

El departamento se mantiene en los mismos puntajes y puestos del año 2016 en la mayoría de los pilares y, por lo tanto, se ratifica algo que salta a la vista y todos sabemos, no estamos entre los departamentos más competitivos de Colombia. La gráfica de la evolución en el crecimiento económico y social del Tolima se mantiene, más o menos plana desde el año 2013.

El informe de “Coyuntura económica regional 2015” del Dane lo había dicho: que el año 2014, en el Tolima hubo “una desaceleración del ritmo de crecimiento”.

El Tolima, en el índice de competitividad hace parte del grupo de la etapa 3, integrada por ocho departamentos a saber: Tolima, Caldas, Cauca, Huila, Magdalena, Norte de Santander, Quindío y Risaralda. Estos departamentos vecinos, teóricamente tienen un desarrollo similar, y sin embargo se encuentran datos que nos ponen por debajo de éstos.

El Tolima, en el año 2017, ocupa el puesto 17 entre 26 departamentos evaluados, un puesto por debajo del correspondiente al 2016. Se ascendió un puesto en Instituciones, sofisticación y diversificación, Educación Superior y Capacitación; se conservó el mismo puesto en infraestructura, en tamaño del mercado, en innovación y dinámica empresarial, el incremento mayor se dio en Educación Básica y Media, se pasó del puesto 11 al noveno; se bajó en puestos en Salud, eficiencia de los mercados y sostenibilidad ambiental.

Es necesario mirar los nodos críticos que se evidencian en los datos del informe e identificar los factores que inciden en el crecimiento y en decrecimiento de los “pilares”. Hay que pensar en un plan de acción que permita acelerar el crecimiento económico y social del Tolima.

Mientras se planea, es urgente que sus gentes a lo largo y ancho de los 47 municipios eleven sus competencias en cuanto al buen trato y respeto a los usuarios tanto en lo privado como en lo oficial.

tatianarojasoviedo@gmail.com

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