¿Qué nos mantiene sanos y felices?

Indira Orfa Tatiana Rojas Oviedo

Robert Waldinger, director del estudio denominado Investigación de Adultos, iniciado en 1938, en Harvard, con una población de 724 hombres a quienes investigaron cada año a través instrumentos donde se interrogaba por su trabajo, su vida hogareña, su salud.

Después de cuatro generaciones sobreviven 60 sujetos de la muestra primaria, la mayoría de ellos tiene más de noventa años a la fecha, y ahora se empieza a estudiar más de dos mil descendientes para lo cual Waldinger se convierte en el cuarto director de esta atípica investigación que cuenta con 75 años.

Para ésta tomó dos grupos de estudiantes de Harvard y población vulnerable de Boston, los adolescentes de ambos grupos se hicieron adultos, fueron profesionales unos, otros operarios, albañiles, médicos, abogados, uno de ellos llegó a ser presidente de los Estados Unidos de América.

A estos hombres de ambos grupos se les siguen enviando cuestionarios, tomando exámenes médicos, escáner cerebral, se ha involucrado a sus hijos y a sus esposas.

Dentro de las conclusiones más relevantes se encuentra que la soledad mata y por lo tanto las personas con fuertes vínculos sociales, familia, amigos o comunidad, son más felices, más sanos y viven más años. La soledad resulta tóxica, según el estudio, las personas más aisladas, tienen mayores problemas de salud en la mediana edad y sus funciones cerebrales decaen precipitadamente.

El estudio resalta que las parejas en conflicto, sin afecto, con resentimiento, son más tóxicas y se hacen más daño que con un divorcio. El grado de satisfacción que tienen en sus relaciones son las que predicen cómo será su vejez (Informe tomado de la conferencia en Aruba, 2016).

De todas maneras sabemos que existen muchas formas de encontrar felicidad, a través de los viajes, de la posibilidad de invertir el tiempo también en ratos de ocio, en el dar a otros parte de nuestra compañía, en el placer de comprar un buen libro, un bien, de hacer deporte, de incrementar las prácticas que más nos agradan, el evitar las presiones que impone la misma vida, da felicidad el placer de culminar con éxito una labor, el trabajo, un proyecto, pero para mucho de esto, se requiere dinero, por ello, las nuevas generaciones deben pensar en la necesidad de elegir correctamente una pareja y de entender que hay que trabajar porque el dinero facilita la felicidad, por ejemplo para pagar labores que nos permiten disponer de tiempo, entre otras.

Finalmente, deseamos una Navidad donde reine la felicidad, el placer de disfrutar de los miembros de la familia presentes y ausentes, que el diálogo aporte a la tranquilidad y el respeto sea el pacto tácito y expreso en cada momento. Que las parejas permanezcan unidas alrededor del amor.

Feliz Navidad y exitoso Año Nuevo para todos mis lectores y sus familias, en nombre de mi esposo Luis Eduardo Chamorro Rodríguez, de mis hijos Jonathan Iván y María del Mar Mejía Rojas y en mi propio nombre.

tatianarojasoviedo34@gmail.com

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