Retomando los retos a los cuales deberán enfrentarse los nuevos mandatarios en Ibagué y el Tolima, a partir de la agrupación categórica, a manera de conclusión cierro el tema así:
Es un reto la reactivación de la economía como prioridad para un municipio que se ha visto ubicado en los primeros tres puestos de desempleo en el presente cuatrienio y en consecuencia, el incremento de los desempleados constituye un nodo crítico que grita intervención inmediata, permanente y continua, ante la caída de la producción industrial.
Las administraciones deben enrumbarse hacia la atracción y mantenimiento de empresas que sientan su importancia y reconocimiento en la ciudad y el departamento, en desarrollo de políticas públicas emanadas del Plan de Desarrollo; que en efecto se implemente, contando con el apoyo del Concejo Municipal y de la Asamblea Departamental, según corresponda.
Otro gran reto está en el campo de la Educación, que debe ubicarse en primer lugar en la agenda de los mandatarios, no solo para dar cumplimiento en condiciones dignas con los derechos fundamentales de los menores de edad y de los estudiantes de todos los niveles educativos, sino en la cualificación de los docentes, para implementar el emprendimiento, la innovación, la investigación, el uso adecuado de herramientas tecnológicas a través de un currículo problematizado, que aporte a la pertinencia e interés del conocimiento y en consecuencia retenga y permita la supervivencia educativa hasta finalizar cada ciclo educativo desde el preescolar hasta el los últimos niveles de Educación Superior.
El seguimiento e incorporación de los menores de edad a la escuela, es una responsabilidad que debe cumplirse; la inasistencia escolar y el decrecimiento de la matrícula deben ser conocidas e intervenidas diariamente, de esta manera se garantiza incluso la seguridad de niños y adolescentes y la seguridad de la ciudadanía.
Mejorar la salud, es otro reto, por tratarse de uno de los mayúsculos problemas del país, que hace parte también de las críticas condiciones en Ibagué y sus restantes 46 municipios no certificados. La verificación de condiciones de calidad de cada prestadora del servicio y la exigencia del mejoramiento de cada una de las IPS y las EPS, tan cuestionadas en general.
Sin embargo, la queja recurrente tiene que ver con las condiciones de la Clínica Tolima, que exige una inspección, valoración y exigencias inmediatas para que los pacientes sean atendidos en condiciones dignas, sin que se convierta en un riesgo adicional de salubridad el estar internado en dicho lugar.
Las administraciones correspondientes deberán dar cuentas y responder a la comunidad por el seguimiento a ésta y a todas las prestadoras del servicio, que deben garantizar un servicio de salud acorde con los parámetros de asepsia, de espacios, de personal idóneo y suficiente, para garantizar el derecho fundamental a la vida.
¿Qué han hecho y qué va a hacer la nueva administración municipal y departamental con estos entes que parecieran no tener clara su misión? Es una de las críticas problemáticas que se debe abordar para la transformación real del servicio.
Tatianarojasoviedo34@gmail.com
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