Este evento que, sin duda alguna, se ha convertido en una de las grandes ventanas para mostrar positivamente a la ciudad y el Departamento.

Pero para llegar a la versión 2011 sin duda alguna son varios los caminos que hemos debido trasegar los impulsores de la feria y los más importante es el Cluster algodón-textil-confección del Tolima, que es lo realmente trascendental allí. Si no es así, correremos el riesgo de que volvamos a caer en los buenos intentos de rescatar una industria que produce varios cientos de miles de empleos directos e indirectos, pero repitiendo experiencias frustrantes del pasado como Moda Trópico u otros similares. Quedarnos en la vitrina y olvidarnos del fondo.

Lo transcendente aquí es que se comienza a reconocer que el evento Ibagué, Maquila y Moda es la ventana del Cluster Textil del Tolima y la disculpa para potencializar los esfuerzos colectivos sobre ese renglón económico regional y hacer que maquiladores, confeccionistas, diseñadores, los dedicados a accesorios y demás tengan una oportunidad de mostrarse, hacer contactos de negocios, intercambiar ideas, aprender sobre ese mundo tan cambiante y, por supuesto, vender.

Este año gracias a ese aliado conseguido desde la región (Proexport) y aprovechado muy bien por los empresarios del sector textil, a quienes se les entregó la responsabilidad de coordinar el proceso por parte de la Gobernación, la Alcaldía y la Cámara de Comercio de Ibagué, ha sido fundamental. Se tendrán visitantes interesados en hacer negocios de México, Perú, Ecuador y posiblemente otros países de la región. Recuerdo aún el esfuerzo institucional colectivo que nos tocó para conseguir traernos a los directivos de dicha entidad de los sectores de prendas, turismo corporativo y otros de sus miembros el año pasado. Hoy, gracias a Dios, se comienzan a ver esos resultados.

Además, también se comienza a tener la línea clara frente a que la apuesta futura es darle un contenido al cluster para que luego la vitrina lo pueda presentar públicamente y promocionar como una ventaja comparativa y competitiva. Ese es el caso por ejemplo del esfuerzo financiero y técnico que se hace desde la Gobernación del Tolima, el Sena, Corpoica y otras entidades trabajando en la región sobre todo lo relacionado con la producción y siembra de algodones de colores y de algodones orgánicos, es decir, estos últimos con certificación de origen que demuestren que no se atenta contra el medio ambiente utilizando plaguicidas y fungicidas en su siembra, que los suelos son limpios y que se paga como es debido a los campesinos que los siembran y cosechan para que la cadena toda se beneficie con las ventajas de ser un producto etiquetado verde y responsable, lo que le permitirá un muy buen precio en los mercados del mundo.

Además, la región debe hacer un esfuerzo importante en apostarle a marcas propias desde las empresas y desde los diseñadores que están surgiendo aquí, porque ello permitirá presencia y constancia en el mercado. El reto que se tiene es grande y ojalá la dinámica no se pierda, el estilo no se cambie y la visión no la nuble el pasado.